No es un hasta luego, mucho menos un hasta pronto. Es un adiós. El Museo Barrilete, aquel lugar de encuentro de familias, donde los niños jugaban, creaban y aprendían, cerró sus puertas después de 25 años.
La cuarentena obligatoria y la pandemia del coronavirus hizo estragos en la economía argentina. Y el querido y tradicional museo que nació en la Vieja Usina fue uno de los tantos espacios culturales que se vieron afectados por la actual situación.
Sabina Villagra, directora del Museo Barrilete, aún no encuentra explicación. En diálogo con El Doce confirmó que la sede central, ubicada en Recta Martinoli 7857, dejará de funcionar. Como los shoppings están cerrados, aún desconoce lo que pueda suceder con la sucursal que inauguró el año pasado en Villa Allende Shopping.
Pero la realidad la superó y no pudo soportar más los gastos. Más de 100 mil pesos de alquiler, 15 empleados a su cargo y los costos fijos de lo que implica su funcionamiento. Aseguró que nunca recibieron apoyo de la Municipalidad ni de la Provincia. Tampoco subsidios durante la pandemia.
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El rostro de Sabina expresa el dolor que significó ponerle fin a este lugar emblemático de la ciudad de Córdoba que vio pasar a artistas como Quino, Milo Lockett, Chanti, Pablo Bernasconi, que expusieron sus obras en los pasillos de aquel espacio.
Ingresar al Museo Barrilete ya no es como antes. Ahora solo hay cajas listas para ser archivadas. Está completamente desarmado, vacío y en silencio. Ya no hay magia ni se sienten las carcajadas de los niños, asombrados por todo lo que tenían a su alrededor.
Sin dudas, hoy se convierte en un ícono histórico que quedará en el recuerdo de muchos cordobeses.
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