Flavio Mendoza no se calla nunca. Apunta y dispara como sucedió durante el verano contra el presidente y el Gobierno, o reflexiona sobre las crisis que atraviesa el mundo. Pero el artista siempre dice lo que tiene para decir.
El móvil de Seguimos en El Doce estuvo en su casa de Carlos Paz, en su regreso a Córdoba para las presentaciones de Stravaganza durante la Semana Santa. Flavio y su equipo de bailarines, músicos, acróbatas y humoristas tendrán funciones desde este jueves hasta el domingo 17 de abril en el teatro Luxor de la villa serrana.
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El bailarín admitió que considera ser papá de nuevo: “Ahora como estoy en pareja con Waldo hace mucho tiempo, siento que formé una familia y él me motiva a querer tener otro hijo, aunque Dionisio no quiera saber nada porque quiere ser único”.
Sin embargo, esa motivación que siente ahora estuvo atravesada por muchas dudas y temores en los últimos años: “La pandemia me asustó mucho. Me asustó mucho el ser humano. Sentía que con un hijo solo lo iba a poder protegerlo de otra manera”.
Dolor mundo
La pandemia, las medidas del Gobierno, la guerra en Ucrania, el legado para sus hijos. Son todos temas que parecen distintos pero que confluyen en la cabeza de Flavio Mendoza y le permiten reflexionar sobre el mundo actual.
“La gente tiene que saber que estamos todos en la misma. Estamos todos en el mismo mar y a todos en diferentes embarcaciones, pero todos necesitamos los mismos derechos para las cosas”, dijo.
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Y agregó: “Quiero que mi hijo crezca en un mundo hermoso, pero me asusta cómo está el mundo. Y los gobiernos o los que nos gobiernan. No puedo creer que hoy en el 2022 haya una guerra, bajo por ningún pretexto ni excusa tiene que haber una guerra. Es terrible”.
En la misma sintonía, volvió a cuestionar las medidas de la Nación contra la pandemia: “Todavía me acuerdo de esa nena enferma en los brazos de su papá, que no la dejaban entrar a la provincia. Yo no podía creer que eso estaba pasando en mi país. Tenía ganas de salir corriendo a ayudar a ese papá. Esas cosas me hacen mal. Cuando veo a mi hijo dormido, pienso en cómo pudo haber pasado eso y cómo dejamos los argentinos que eso pasara”.