Sacando provecho de una figura envidiable, Griselda encontró en el baúl de los recuerdos una imagen que hace foco en sus curvas y su estado atlético pleno.
Según contó en su cuenta de Instagram, se la sacó su hermana “hace unos años”, cuando acostumbraba salir todos los días a patinar por las calles tranquilas de su vecindario.
La foto desató una ola de comentarios, suspiros y pedido de detalles que ella se encargó de enumerar. Por esas tardes, la actriz cumplía a rajatabla con un circuito pileta, patinaje, pileta, patinaje, que le permitió construir su escultural figura "¡Qué juventud por Dios, estaba loca, no me importaba nada!", comentó.
Además, por si alguno cree que no se anima a tanto, aseguró que “hay vecinos de esa época testigos”, que disfrutaban de sus atrevidos paseos vecinales.