Verónica Magdalena, modelo y actriz de 35 años, llevó a la Justicia a Guillermo Pardini (49), uno de los periodistas que patentó el puesto de panelista en la TV argentina. La denuncia es muy delicada: la mujer aseguró que recibió maltratos físicos y psicológicos mientras eran pareja en 2015.
Ahora, la Justicia procesó a Pardini en la causa por violencia de género y lo investigará por lesiones, que un perito ratificó, según informó Ciudad.com.
"Lo denuncié cuando ocurrió el segundo episodio, en el que me persiguió con un cuchillo", repasó Magdalena.
El relato de Verónica es muy crudo: "La relación empezó en febrero de 2015, era clandestina porque él estaba casado. Teníamos mucha piel, mucha química. Pero después de un par de meses decidí distanciarme, me fui de viaje y me empezó a buscar. Retomamos la relación, yo estaba enamorada, entonces cada vez que nos peleábamos me ponía mal. Me pidió que cambie mi número (...) se metió en mi cuenta de Facebook, vio una charla que yo había tenido con alguien del ambiente y me preguntó que había pasado con él... Ahí se desató el primer episodio de violencia, me empezó a pegar, me pegó en el piso, me dio cachetadas y lo último que recuerdo, porque quedé en estado de shock, es que cuando me terminó de tirar en la bañadera me empezó a decir 'perdoname yo no soy eso, perdoname, perdoname, perdoname'".
"Me golpeé muy fuerte en la cabeza, pasaron varios días en los que yo no me daba cuenta qué pasaba y continuamos con la relación. Lo denuncié cuando ocurrió el segundo episodio, en el que me persiguió con un cuchillo. La relación terminó el 8 de octubre de 2015", completó la modelo en una entrevista con El Chimentero 3.0.
El descargo de Pardini
El periodista fue consultado por Ciudad.com y desmintió todo a través de un comunicado. Lo reproducimos textualmente a continuación:
"Las acusaciones que me realizan son absolutas mentiras. Lamentablemente soy víctima de una denuncia armada con el solo fin de sacarme dinero desde el primer momento. Salen a presionarme a través de los medios aprovechándose de mi trabajo público. Entiendo que hay más gente que ha sido víctima con este tipo de sistema. Es vergonzoso que utilicen un tema tan sensible y profundo, con el único objetivo de tener un rédito económico, sin contemplar que hay una enorme cantidad de mujeres que sufren de violencia todos los días. Actualmente estoy trabajando con los abogados Maximiliano Rusconi, Gustavo Feldman y Martín Chasco, del estudio Rusconi y con el Dr David Grūnberg del estudio Kirszenbaum, para probar que todo esto es una MANIOBRA FRAUDULENTA QUE NO PERSIGUE JUSTICIA, sino DINERO".