¿Quién no dijo alguna vez: 'Más que amigos, somos como hermanos'? Una frase que se repite cada vez que alguien habla de otra persona especial en su vida y, sin dudas, queda reflejada en la historia de Marcos Camino y Miguel Ocampo. Aunque ninguno de los dos imaginaba que la vida los sorprendería y que se convertirían en hermanos de sangre.
En dialogó con Seguimos en El Doce, uno de los líderes de Los Palmeras reveló los detalles de esa particular historia con Miguel Ocampo, a quien conoció en la escuela primaria y mantuvieron una gran amistad hasta finalizar sexto grado.
"Nos hicimos muy amigos y los dos compartíamos la pasión por Colón, la familia media despatarrada", relató. Después cada uno siguió con su vida, hasta que Don Camino le contó a Marcos que Miguel era su hijo y por lo tanto su hermano.
Según indicó el integrante del grupo de cumbia santafesino, su papá se lo dijo sin antestesia. "Cuando lo quise buscar a Miguel, ya se había ido a Buenos Aires, así que pasó un año hasta que nos volvimos a ver. Estaba tocando en un baile y cuando me bajo del escenario, me llaman y era Miguel. Nos dimos un abrazo enorme", recordó feliz.
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Para Miguel Ocampo enterarse quién era su papá y su hermano fue diferente. Un día salió a buscar trabajo, "una changa que le dan a cualquiera" y allí estaba Don Camino. "Me dijo: '¿Vos sabés quién soy yo?', No, le dije, nunca lo vi a usted. 'Yo soy tu papá'".
Esas palabras aún resuenan en su mente y se emociona cada vez que lo cuenta. "Me emociono porque fue un momento único en mi vida y que pude comenzar a crecer y poder disfrutar de mi hermano", expresó.
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