El fin de semana, Abel Pintos y Mora Calabrese celebraron su boda junto a familiares y amigos en un lugar de ensueño. Sin dudas, la ceremonia fue como la de un cuento de hadas.
Y ahí estuvo Jairo, para darle un condimento aún más emotivo: cantó el Ave María al tiempo que Mora Calabrese ingresaba del brazo de su padre. "Fue muy emotivo, un momento mágico", expresó el cantante en diálogo con Seguimos en El Doce.
“En este caso fue muy bonito porque Abel me lo pidió. No se animaban a pedírmelo. Los dos son fans y querían que cantara en la ceremonia”, detalló. Incluso reveló que en un encuentro con su colega le preguntó “¿Cómo querés que lo cante? y me dijo: ‘Cantalo como quieras’”.
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El artista de Cruz del Eje les agradeció por haberle “dado la posibilidad de cantar y compartir con ellos un momento de felicidad tan grande”. “Ahí había mucha felicidad. Era una imagen como de un cuento de hadas”, describió.
En este nuevo comenzar de los recién casados, Jairo consideró que "hubiera cantado El Valle y El Volcán porque es perfecta la letra para ellos". Instantáneamente recitó unas estrofas de la romántica canción y se las dedicó:
"Para correr hacia el mar vistiéndonos de sol, para tener y prestar niñez del corazón.
Para jugar a inventar el mundo en una flor, somos dos, somos dos.
Enamorándonos, viviendo sin después, ni adiós, ni olvido.
La eternidad es hoy, la eternidad para cantar y derrotar al tiempo".
El pesar por las pérdidas
Teresa Sainz de los Terreros, la esposa de Jairo, falleció tras una larga lucha contra una enfermedad crónica en julio pasado. Estuvieron juntos más de 50 años y tuvieron cuatro hijos.
Hace pocos días, su familia sufrió otro duro golpe: falleció su nuera. “Últimamente me ha sopapeado un poco la vida. Lo llevo como puedo”, manifestó con dolor.
Sobre eso, reflexionó: “Te hace ver la vida distinta y te acerca la muerte de otra manera también, porque deja de ser una palabra. La muerte es la muerte y cuando te golpea así es muy fuerte”.
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Citó a Sandra Mianovich y coincidió en que ‘la música es sanadora’. “La música sana, por lo menos atenúa el dolor. El dolor es inevitable. Está con vos y creo que me va a acompañar toda la vida, pero lo atenúa”, sostuvo.
“La música es un paliativo, quizás muy importante porque estás haciendo algo que te gusta mucho, que querés mucho, por lo que trabajás todos los días”, agregó. Por eso, se mostró agradecido: “Estoy feliz de la vida que me ha tocado vivir. Si la he vivido a esa vida es porque cantaba. Para mí significa mucho volver a cantar y cantar siempre”.