Jonatan Viale se reincorporó este lunes a su trabajo en Radio Rivadavia y volvió a conducir su programa "Pan y Circo", que va de 15 a 17 horas todos los días. “Esta es la voz que me quedó. Tengo un poquito de nervios", aseguró al comenzar el ciclo de comienzo de semana.
En primera persona, el periodista contó el difícil momento que le tocó enfrentar en estas últimas semanas, a causa de la muerte de su padre Mauro, y luego con la confirmación de su contagio de coronavirus, al igual que su esposa Micaela Krolovetzky y sus hijos Romeo y Rafael. "Yo tuve mucho miedo, me pegué un cagazo de novela”, admitió sobre su experiencia con Covid-19.
+ MIRÁ MÁS: Jimena Barón se tatuó la palabra que su hijo eligió para describirla, pese el error ortográfico
“Volví al psicoanálisis con José Abadi. Una de las conclusiones más obvias es cuánto internalicé a mi viejo. Tuve cinco noches con 39 (de fiebre), el oxímetro de mierda que me hacía recordar a mi viejo. Es un espanto, empezás a temblar. Estaba en la cama y no podés controlar el cuerpo”, agregó Jonatan a la audiencia.
Después, el comunicador hizo referencia al triste episodio de su papá, que se contagió de coronavirus y murió a las pocas horas de manera sorpresiva. Además, contó que su mayor miedo era que le pusieran oxígeno: "Me arruinaba por mi viejo. El último audio de WhatsApp de mi viejo era con el ruido del oxígeno. Si me ponían el oxígeno no sabemos que iba a pasar, por ahí me agarraba un ataque de pánico muy fuerte y me tenían que sedar".
Por otra parte, Jony reveló que estuvo cinco noches "con 39 de fiebre", pero reconoció una experiencia paranormal que lo cambió todo. "Ese viernes, fue increíble lo que pasó, me dormí una siesta con 38 de fiebre, nunca bajaba la maldita fiebre. Eran las 3 de la tarde, no tenés ganas de otra cosa, me dormí y soñé una cosa muy impresionante", comentó primero.
Y continuó: "Ya saben que soy racional, cero metafísico, si creo en Dios, pero me gusta todo lo que se puede ver y tocar. Soñé un abrazo muy fuerte, muy real de mi vieja, mi viejo, mi hermana y yo. Los cuatro abrazados. Me levanté todo transpirado y nunca más tuve fiebre. Nunca más tuve fiebre hasta el día de hoy”.