Lali lleva ya más de 40 funciones a sala llena, con “Esperanza Mía”. ¿Cuánta energía le queda para disfrutar del sexo con tanto trabajo? Ella confesó: ¡Mucha! Si el sexo no tiene un lugar importante, te convertís en robot: es una gran parte del disfrute de la vida. En el sexo soy muy libre, desprejuiciada... Tal cual como ves... ¡Bueno, en realidad no me ves! Pero puedo pasarte un video”.
Lali no hace terapia pese a llevar una vida muy agitada. “La pérdida del sentido común me aterra", dijo.
Su cuerpo es todo un tema. "Tengo momentos....y confieso que he vivido algunas crisis. Más en la adolescencia, cuando el culo crece... ¡qué mal la estoy pasando! Una también labura de estar linda y ahí destaco el rol de mamá. Ella me clavaba el plato de fideos y me decía: '¡Estás trabajando mucho, te serví otra vez y los vas a comer!'. De haber estado sola, tal vez me hubiese mal-mambeado".
Lali le contó a “Cosmopolitan” que es fanática de la serie Breaking Bad. Y también, mira Homeland. El mejor regalo de su novio fue un libro del diseñador de moda Alexander McQueen. Su papá le regaló una batería para el cumpleaños, pero toca poco. Está aprendiendo a tocar la guitarra. Y se informa y le interesa la política, pero está “un poco enojada” con quienes nos representan.