Graciela Alfano atravesó un complicado 2022 luego de que le detectaran dos tumores. Debió ser sometida a dos intervenciones, de riñón primero –le extirparon uno- y de tiroides después.
“La remé como una bestia, pasé momentos gravísimos muy difíciles”, reconoció en diálogo con Los Ángeles de la Mañana luego de resguardarse en silencio mientras se ocupaba de su enfermedad.
El día que se enteró que tenía cáncer fue “una bomba en la cabeza”. Luego de hacerse todos los estudios, en menos de una semana ingresó a quirófano. “El primer mes fue difícil. Tenés que poner mucha fuerza. Mi mensaje es el modo en que uno ve la enfermedad y la muerte. Y ver qué se aprende de eso”, reflexionó.
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La actriz confesó qué le preocupaba cuando conoció el diagnóstico y que debía ser operada: “Me preocupaba seguir viva, tenía un cagazo”. Fueron sus tres hijos, Nicolás, Francisco y Gonzalo, quienes la acompañaron durante todo este tiempo.
“Estaban pálidos, sin dormir, preocupados, con caras de susto y de dolor porque la madre pasaba por una enfermedad horrible. Yo soy la madre, yo tenía que apoyarlos a ellos y traté de tener ese discurso de mostrarme fuerte con ese humor negro que me caracteriza”, reveló Alfano.
Ya más tranquila al haber superado la enfermedad, contó qué siente ahora después de semanas difíciles: “Te mueve toda la estantería, pero perdés el miedo a morir porque lo naturalizás como algo que va a pasar”.
“Cuando uno le pierde el miedo a morirse, sale en un estado de alegría, de equilibrio, de estar bien con la vida”, agregó y agradeció a la familia y amigos que la acompañaron a transitar ese momento.
"Me puse alarmas para los controles que tengo que hacer. Pero me levanto a la mañana con toda la onda. No me permito caerme. Y ese es mi mensaje para quienes puedan estar atravesando lo mismo que yo: no se victimicen. La vida es de los que salen adelante. Si hay una enfermedad, hay que atravesarla, hay que superarla", apuntó.
Y tal como la caracteriza, Graciela Alfano no podía cerrar su relato sin ponerle un poco de humor: “Ahora tengo un cuerpo divino, pero con un solo riñón”.