En el Día Mundial del Piano, no había mejor lugar para el Rompesiesta de Seguimos en El Doce que el taller de Miguel Puch en barrio Alberdi de la ciudad de Córdoba. Es conocido como el hombre que afina y restaura los pianos de la mayoría de los cordobeses y que acompañó en su gira al reconocido pianista Bruno Gelber.
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Miguel Puch se destaca hace más de 40 años como afinador de estos enormes instrumentos y 30 haciendo esa tarea en el Teatro Libertador San Martín. Ya entonó más de 30 mil pianos en toda su carrera.
Su oficio se define como una mezcla entre músico y artesano, actividad que no es para cualquiera. Es una tensión constante de movimientos controlados milimétricamente y de mucha fuerza.
“Las primeras notas tienen una sola cuerda bien gruesa, después pasan a tener dos y luego tres. El martillo golpea tres cuerdas por cada nota”, explicó. El desafío es que las tres cuerdas suenen al unísono, en total son más de 200 cuerdas las que se tienen que entonar.
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La pasión por este oficio comenzó desde muy chico, a los 13 años afinó su primer piano: “Mi papá era un genio inventor, siempre le gustaron los instrumentos. De chico me llevaba y empecé a afinar los órganos de las iglesias”.
En ese sentido, comentó que a pesar de que se trata de instrumentos muy grandes, por dentro tienen unos pasillitos muy estrechos y complejos. "Como mi papá era medio gordito, yo me metía a mí entre los tubos y así comencé", detalló.
La vida y su pasión por estos instrumentos llevaron a Miguel a trabajar con los pianos de diferentes artistas y grandes personalidades de la música que pasaron por la provincia: “En Córdoba le llevé el piano a la habitación de Paul McCartney”. Y confesó que también fue contratado por Maddona, Gary Burton, Martha Argerich, entre otros: “Cuando venían me transpiraban las manos”.