* Por Paula Fernández
Sobre la ruta 38 pasando Capilla del Monte, a la altura del km 38,5, un cartel señala el desvío, a mano derecha, hacia el complejo La Tramontana. Son cuatro kilómetros de tierra y piedra que hay que transitar con mucho cuidado, pero que sin dudas valen la pena.
Un poco de historia
Al final del camino y enclavado en un increíble paisaje serrano, asoma este rancho histórico del año 1807, construido íntegramente en adobe. El lugar sirvió como refugio de una familia inglesa durante las invasiones a las colonias españolas. Es la misma construcción que hoy alberga el restaurante con una gastronomía de alta gama.
“Al comienzo, nuestra propuesta era en un quinchito al aire libre. Luego, pensamos en reciclar este rancho y ahí surgieron los platos gourmet y la carta más elaborada”, recuerda Carlos Rosas, el dueño y nuestro anfitrión.
+ VIDEO: En el rancho histórico del año 1800 hoy ofrece gastronomía exquisita:
Además del restaurante y el criadero de truchas, el predio cuenta con un balneario propio de agua de vertiente que hace de este lugar un complejo turístico familiar y mágico. Son dos lagunas artificiales que hizo Carlos, aprovechando la topografía del suelo, como depósito para desarrollar los nuevos lotes de truchas. Hoy, una de ellas es apta para bañarse.
Todo en familia
La cocina de La Tramontana está a cargo de la esposa de Carlos, Lucía Galvagno, una chef experimentada y reconocida en Córdoba. Con sus elaboraciones conquista los paladares más exigentes.
La especialidad de la casa son los mariscos y las truchas, con más de trece cocciones y salsas diferentes. ¡No sabés cuál elegir! Están los sabores clásicos y tradicionales, pero también combinaciones más jugadas.
Sabores a la mesa
Ahora sí comienza la experiencia de sabores. Empezamos por dos de las entradas más pedidas, sugerencia de la casa. Primero, vamos por el arroz negro con chipirones y una salsa de vegetales suave y cremosa. Sin dudas, nuestra preferida. Una mezcla de sabores que te dejan con ganas de más. La segunda, y no menos rica, una fresca torre de salmón ahumado con palta, palmitos, hojas verdes y una salsa de naranja y salmón ahumado. Todo combina a la perfección.
Vamos a los principales: otra sorpresa. La trucha “tierra y mar”, una de las preparaciones estrella y más abundantes. Los amantes de los mariscos se vuelven locos con este plato. Almejas, camarones, mejillones, langostinos, batatas asadas y unas hojas de berro tapaban por completo la trucha grillada, que cuando se dejó ver y pudimos probar fue el broche de oro.
Lucía le pone su sello con las salsas únicas que prepara con champagne, anís, frutos de mar, caviar o la que tuvimos el gusto de probar: Martini con salmón. Una combinación impensada, que queda ideal.
Sin lugar a dudas una #ParadaObligada en medio de la naturaleza de nuestras sierras, para comer de primera. No olviden llevar el mate y la reposera para disfrutar de todo el complejo… ¡Será un día en familia!