Roberto Piazza, de 61 años, se encuentra en Buenos Aires luego de vivir unos meses en Madrid, España. Allí, estuvo acompañado por su pareja, Walter Vázquez, y trabajando. Fue en esos días madrileños en los que el diseñador de alta costura tuvo varias caídas que lo dejaron postrado y padeciendo fuertes dolores en todo el cuerpo.
“Tengo dolores muy fuertes desde la cabeza hasta los pies, dolores que son insoportables. Estoy inmovilizado y lo único que puedo mover es la mano izquierda. La mano derecha no la puedo mover. La cintura apenas, casi no puedo caminar”, había comentado en un video que grabó para el programa de Ángel De Brito.
Piazza afirmó en una entrevista brindada al programa que conduce Denise Dumas y Jose María Listorti que tiene cuatro pinzamientos de vértebras y que en su pierna izquierda tiene que usar una bota. A su vez, enfatizó que prefería realizar el tratamiento en Argentina que en España. "No quería atenderme en España porque está caótica”. Roberto comentó como fueron los accidentes que tuvo. Dijo que la llamada 'tormenta Filomena' cubrió de nieve grandes zonas de España. “Después de la nieve, se congeló Madrid. Yo salí a caminar un día, porque no daba más de estar encerrado, con borceguíes que no son para hielo... Me caigo una vez de espaldas, fue un golpe tremendo, caer sobre el hielo es un latigazo”, explicó el diseñador.
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Después, comentó que se cayó por segunda vez, de costado, lastimándose la mano derecha. Luego, hubo una tercer caída: Piazza se encontraba en un var con su pareja y se peleó con un hombre, quien lo terminó noqueando. “Una tarde salimos con Walter a un bar gay y de repente entra mucha droga, demasiada. Había un tipo que estaba drogado, se empezó a pelear y lo empujó a Walter. El tipo me pecheó a mí, lo empujó a Walter tres veces. Yo me fui al humo y le di un codazo y le rompí la boca. Él me dio una trompada, me noqueó y me desmayé. Ninguna de las maricas me ayudó y Walter me levantó”, dijo Piazza.
Luego de estos duros golpes, ya el diseñador no podía levantarse de la cama. Su médico le advirtió que tenía un esguince en una pierna, y que en su mano posiblemente iban a tener que "infiltrar algo". Además, le dijeron que padeció un ''estrés emocional".