El periodista Lucas Castro vivió en primera persona una de las historias de mayor trascendencia a nivel nacional durante el fin de semana pasado. Fue una de las víctimas del impresionante choque que tuvo lugar en el Teatro Plaza, en Godoy Cruz (Mendoza), tras la obra Dos locas de remate, protagonizada por Soledad Silveyra y Verónica Llinás.
En diálogo con Telenoche, contó que había acudido junto con su madre a presenciar el espectáculo. Afortunadamente, ellos sufrieron heridas menores, pero narró que lo vivido fue shockeante.
“Lo que menos esperaba era encontrarme con este escenario tan trágico”, relató. Y enfatizó lo desconcertante de la situación: “Fue terrible porque no sabíamos si era un atentado, un choque o que. En esos segundos no sabíamos discernir qué estaba pasando, fue muy fuerte”.
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Sobre el resto de los damnificados, aclaró que quienes “llevaron la peor parte” aquellos que se encontraban cerca de la puerta de entrada, en donde se incrustó el vehículo. Por otro lado, destacó el proceder de los rescatistas, y dijo que debieron intervenir ocho ambulancias en el operativo.
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Qué se sabe hasta ahora
El conductor era un hombre de 62 años, que manejaba un auto adaptado ya que tiene una discapacidad motriz. Al intentar maniobrar, el vehículo retrocedió marcha atrás a gran velocidad e impactó en el recinto.
El implicado alegó que todo fue un accidente y que ocurrió debido a una falla mecánica, aunque otras versiones señalan que podría tratarse de un error humano. Las primeras pericias determinaron que no se encontraba bajo los efectos de alcohol ni ningún otro estupefaciente.
Según publicó el diario La Nación, la Justicia estaría evaluando la posibilidad de imputar al automovilista, por el delito de lesiones graves culposas. Actualmente se encuentran a la espera de peritajes accidentológicos. De momento el sujeto, identificado como Aldo Eduardo Díaz, se encuentra demorado.
El estado de las víctimas
El choque hirió a 23 personas. Pero por suerte, la mayoría de ellas ya fueron dadas de alta.
Siete víctimas siguen internadas, y tres se encuentran en estado crítico. La más delicada es una joven de 27 años, que sufrió una fractura de peñasco en el cráneo y ha tenido que recibir asistencia respiratoria.
También hay una mujer de 59 años en un shock room, y una señora de 75 años con traumatismo facial.