Tini Stoessel entró a su prueba de sonido como una más, se sabía los pasos de memoria y solo los repasó con las manos. Se ríe, se mueve, prueba tonos con la voz y habla sobre las luces del escenario. Se muestra profesional pero no deja de divertirse, como dice su canción, está disfrutando sus “22” con los pies en la tierra pero la cabeza en sus sueños.
“Hola linda”, “Hola ¿Cómo te va?”. Tini saludó y sonríe a cada uno que entra en su camarín armado especialmente para ella en Forja. Antes de empezar la entrevista, me preguntó si ahí hacen “bailantas”, le conté que en Córdoba le decimos “baile” y que sí, ahí toca La Mona Jiménez, entre otros. Nos reímos con algunas repercusiones que tuvieron los últimos videos del “Mandamás” del cuarteto y le divirtió compartir, en cierta manera, escenario con él. A pocas horas de su show, Tini se mostró segura y entusiasmada, como si fuera la primera vez que cantaba en público.
Tini logró desprenderse de “Violetta” y hoy muy pocos despistados la llaman por el nombre de su protagónico en Disney. Ella recuerda con cariño y cierta admiración la tira: “Me abrió las puertas al mundo”. La exposición desde adolescente también le enseñó otras cosas, como que los medios estén pendiente de su vida privada y el daño de esa palabra que hoy todos conocemos y podemos llegar a ejercer inconscientemente: bullying en redes sociales.
+ VIDEO: mano a mano con Tini Stoessel tras su paso por Córdoba
Su contextura corporal pequeña fue foco de críticas en cada publicación de sus redes. Canta y baila en el escenario desde muy chica, se expresa con buen léxico ante los medios y no se le conocen escándalos, pero la crítica impensadamente, como en muchos casos, se enfoca en eso que no puede cambiar, su genética. En repetidas oportunidades se encargó de aclarar que come saludablemente, sobre todo, por su ritmo de vida, que disfruta hacerlo en familia y con amigos pero nada paró a las fieras, la crítica continúa. Lo que no te mata te fortalece dice el dicho y ella demostró ser fiel reflejo de eso: “Ya no le doy mi energía a eso que sé que me puede paralizar”.
Esta declaración la podemos hacer coincidir con su abismal crecimiento en el último tiempo. 22 millones de reproducciones de, valga la redundancia, su nuevo hit “22”, una relación amorosa con Sebastian Yatra, que orgullosa dice “llevamos vidas parecidas, puedo llamarlo y contarle lo que me pasó en el día y él me entiende” y el sueño de llevar su música a todos lados. ¿Su consejo? Enfocarse en lo importante: familia, amigos y la pasión de cada uno, en este caso, la música.
+ MIRÁ MÁS: Sebastián Yatra fue con Tini a la Quinta de Olivos y cantaron con la hija de Macri
Sin embargo, y con el tono dulce que la caracteriza, aprovecha para alertar a los padres para que la próximas generaciones sean mejores usuarios en las redes: “Esto de que yo no le de mi energía a eso que me lastimaba no tendría que ser normal. Hay que fijarse en lo que hacen los chicos en las redes, estar pendiente dónde se meten. No es normal que haya tanto bullying en las redes sociales, puede destruir a alguien”.
Tini no se quedó en la sola figura de “ídola teen”. Fue más allá y después de bucear por diferentes estilos se la ve cómoda en una fusión de géneros con, según ella, un tributo a la cumbia argentina. No reniega de la cola que también trae su trabajo: criticas, confirmar o desmentir romances –como lo hizo recientemente: desmentir con su amigo “Kun” Agüero y confirmar con Yatra- con la prensa.
Y el mensaje más importante que puede aplicar para todos los jóvenes, cualquiera sea la carrera o meta “no enfocar la energía en lo que lastima” sino en aquello que nos hace bien.