Este miércoles, el programa de los 8 escalones del millón reflejó grandes historias de superación. En la edición del medio día, ganó el premio Romina Flores, una médica genetista que tiene esclerosis múltiple. Ella contó que usaría el dinero para hacer una fiesta de ese diagnóstico que la acompaña hace 15 años, pero que enfrenta con mucha actitud.
Luego, en el juego que se vuelve a emitir a la noche, llegó Matías, un vendedor de sahumerios que sube a los colectivos para ofrecer su producto hace 25 años. “Yo hace tiempo que vendo sahumerios en los colectivos, en la línea 184”, empezó contando el participante.
En ese momento, el conductor Guido Kaczka comenzó a indagar en los detalles de su trabajo. En cuanto a las estrategias para captar la atención de los pasajeros, dijo que tiene que "subir la voz para bancar el tráfico y lograr la que la gente levante la vista del celular”.
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Además, reveló su speech, un famoso tango : “Gente país, tengan muy buenos días, soy Matías, cómo les va, y a continuación este endémico pandémico tentempié laboral intitulado rajando tamangos buscando ese mango que me haga morfar”.
Con respecto a la “exclusividad” en la línea 184 que conecta la estación Federico Lacroze con la localidad de Villa Adelina, en el norte del conurbano, contó que se la ganó con los años. “Encontré mi nicho, marqué mi territorio y ahí me quedé", expresó.
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Para qué usaría el dinero
Matías no tiene casa. Hasta ahora, mencionó que vive en un hotel y que usaría parte del millón para poder alquilar un lugar. Sin embargo, ese no sería el único fin.
También desea ayudar a su hija con sus estudios. “Ella está en el Universidad Nacional de Arte, en tercer año, y le quiero hacer un fondito como para que cuando termine la segunda parte, se pueda capacitar y hacer algunas otras cosas”, detalló.