Yanina Latorre estuvo invitada al programa de Mariana Fabbiani y se refirió a uno de los temas que más repercusión tuvo en el mundo de la farándula en las últimas horas: la separación de El Polaco y Barby Silenzi. La panelista comentó la confirmación de dicha noticia, y a su vez, afirmó que las versiones que le llegan respecto al cantante de cumbia no son muy positivas. "Los rumores indican que él es un chico medio desprolijo, que sale siempre con muchas chicas, ella lo agarra y después lo perdona. Generalmente, él se hace el bobo y ella la rema, pobrecita”, sentenció.
También la periodista profundizó sobre el tema, y detalló que en esta ocasión fue decisión de él que esta relación llegue a su fin. “Él es tan cínico, por no decirle psicópata, porque esta pobre chica que le perdonó 200 cuernos... pero un día El Polaco vio que Francisco Delgado -expareja y papá de la primera hija de Barby, que además vive en México-, le likeó un par de fotos a ella. El Polaco le empezó a revisar el teléfono, cosa que no se hace, y le encontró mensajes privados, pero no raros... eran comentarios de historias, hablaban, pero porque tienen una hija en común”, explicó la panelista de Los Ángeles de la Mañana.
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Fue en ese contexto que la conductora del ciclo, Mariana Fabbiani, lanzó una pregunta para todos los que estaban participando del programa (Carlos Melconian, el médico Guillermo Capuya, el cocinero Christophe Krywonis y la propia Yanina Latorre): “¿Ustedes revisaron teléfonos alguna vez?”.
Los invitados aseguraron que no, pero la conductora los presionó: “Ahora nadie revisa... digan la verdad, muchachos”. En ese momento, se produjo el instante en que Latorre decidió ventilar su anécdota de índole personal: “Yo duermo con el teléfono abajo del colchón”, afirmo. Aseguró no tener nada, pero resaltó que le molesta sobremanera que le revisen su móvil, y que su marido, Diego Latorre, se lo hacía. "No tengo nada, pero me revienta que me revisen. Yo juro que Diego me revisa de noche”, lanzó.
Ante esta confesión, los integrantes de la mesa le dijeron que para eso existía la clave, a lo que ella respondió: "Todos tienen la clave de su teléfono. Es que si me muero, quiero que en mi casa todos tengan mi clave. No quiero que quede mi Instagram y la gente me llore. ¡Reventá todo! ¿Viste que se muere uno y en Twitter le siguen hablando? ¡No te va a leer!”.