Maximiliano Villarreal (28) estaba en lo de un amigo que acababa de mudarse a su nuevo hogar en la localidad de Dolores, Buenos Aires. El dueño de casa estaba junto a su esposa y sus hijas.
De repente sonó la puerta. “Abrime, soy Isabel”, se escuchó. Por lo que Maximiliano fue a la puerta para recibir a su pareja. Ni bien estuvieron frente a frente, la mujer sacó un cuchillo y lo apuñaló de forma brutal.
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Según los testigos no hubo palabra de por medio: directamente achucilló en el pecho al padre de sus dos hijas, de 8 y 6 años. Mónica Isabel González (25), la asesina, fue detenida e imputada por “homicidio agravado por el vínculo” según informó Clarín.
La casa donde ocurrió el crimen.
El fallecido trabajaba como albañil. A pesar de atacarlo, y ante la conmoción del resto de los presentes, la mujer ayudó a cargarlo en un auto para llevarlo de urgencia a un hospital, aunque nada pudieron hacer para salvarle la vida.
Ambos se habían denunciado mutuamente en varias ocasiones, pero en principio ninguna causa había sido por violencia de género. Algunas versiones hablaban sobre un reclamo por cuota alimentaria e infidelidades, pero según sus conocidos ellos estaban juntos, en pareja.
El hermano de la homicida también fue demorado para ver si tuvo alguna participación en el crimen. Ellos llegaron juntos al lugar donde Maximiliano estaba junto a sus amigos.
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El dueño de la casa, testigo directo de cómo apuñalaron al joven, se abalanzó sobre Isabel para sacarle el cuchillo de las manos ya que no lo soltó en ningún momento. Según se desprendió de la causa el arma fue un verijero con una hoja de más de 10 cm. del tipo de los que se usan en el campo.