El caso Marita Verón podría dar un giro de relevancia. En las últimas horas se conoció que la Justicia Federal investiga la existencia de una carpeta que tendría información sobre el paradero e imágenes de su cuerpo sin vida de la joven que desapareció en 2002 en San Miguel de Tucumán.
Así lo confirmó el abogado de Susana Trimarco, José D’Antona, en El Show del Lagarto. “Hace 50 días que venimos con esta investigación porque es una denuncia que hicimos desde la Fundación de Susana”, precisó sobre la fundación María de los Ángeles.
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Según explicó, la carpeta sería parte “de una disputa sindical entre dos gremios, uno muy fuerte en general y en Tucumán en particular”. “Está probado que la carpeta existe, se está buscando denodadamente”, aseguró.
Carpeta
En una conferencia de prensa que brindó Susana Trimarco desde la sede de la fundación en la capital de Tucumán junto a sus abogados se revelaron más detalles. “Ahora hay una investigación que por el momento puede complejizarse, pueden resultar imputadas varias personas más, de renombre público, por haber encubierto y haber sabido el paradero y el fin o no de Marita y haberlo ocultado por lo menos 10 años”, explicó el defensor Carlos Garmendia.
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En la misma línea, D’Antona denunció que “las fotos se incluyeron en una carpeta que se utilizó para extorsionar al responsable del centro de salud, un gremialista”. Ya había trascendido que Julio Luna, un dirigente fallecido del gremio Luz y Fuerza de Tucumán y responsable de la clínica, sabía que el cuerpo de Marita había estado en la morgue del nosocomio.
“Me la mataron”
Susana Trimarco no dudó en decir en la conferencia de qué gremio de Tucumán se trataba: “Es Luz y Fuerza, lo digo yo porque soy la mamá y no le tengo miedo y voy a seguir hasta el final”. “Hay mucha gente, médicos involucrados. Luna era amigo de la Chancha Álvarez (uno de los condenados), eran todos mafiosos. Me la mataron”, expresó.
También contó que viajó hasta Buenos Aires para encontrarse con el testigo que le aseguró que vio el cuerpo de su hija en la morgue. “Esta persona me dijo que no podía vivir sin decirme que él sabía lo que le había pasado a Marita”, reveló y siguió: “La carpeta existe porque se amenazaban entre ellos y la usaban como herramienta para pelearse entre bandas”.
Por último, D’Antona precisó: “La prueba recolectada permite que haya muchas imputaciones”. “La carpeta no la vimos, no la tenemos, pero distintos elementos y medios de prueba van a ese lugar. Los implicados son gente muy conocida de Tucumán”, concluyó. Cabe destacar que la Justicia ya determinó que fue secuestrada y vendida a una red de trata de personas.