La escena de violencia familiar ocurrió en el camping del río Anisacate mientras se desarrollaba una peña. Según la denuncia, la madre le habría pegado a la nena, de tan solo ocho meses de edad, sin importarle que muchas personas la estaban mirando.
De inmediato, los testigos del aberrante hecho fueron a la comisaría para denunciarlos. Los policías que intervinieron constataron que la pareja estaba bajo los efectos del alcohol.
Paola Correa de 36 años y el agente Pablo Ureta quedaron detenidos y la pequeña Abril fue entregada a la guarda de unos familiares directos. El policía no tenía en su poder el arma reglamentaria.
La fiscalía que investiga el caso constató que la niña no presentaba señalas de golpes en su cuerpo. Mientras tanto, el padre policía se encuentra en situación pasiva dentro de la fuerza.