"No se puede aceptar la violencia y mucho menos la destrucción de una vida. Hay que reaccionar". Con duras palabras, el arzobispo de Córdoba se refirió al crimen de Luis Cortés, el sacerdote de Alta Gracia. Al llegar a la iglesia, Ñáñez habló con El Doce y luego repitió las palabras en la homilía.
Monseñor Carlos Ñáñez encabezó la ceremonia en la que se despidieron los restos del cura asesinado el sábado. Junto a él, llegaron a la ciudad del Tajamar muchos integrantes de la Iglesia.
Entre los vecinos y fieles que participan del velorio, cuentan que Luis era un "cura sanador". Mientras tanto, la comunidad de Alta Gracia no sale del estupor y la conmoción por su asesinato.
Según la Policía, el sacerdote de 73 años murió ahorcado y, luego, el o los autores del crimen le prendieron fuego para intentar ocultar las pruebas. Al ver el humo, vecinos avisaron a los bomberos. La puerta estaba abierta y había elementos revueltos dentro de la vivienda.