Las miles de sillas de rueda encontradas abandonadas en un depósito de la obra social de los jubilados, están a salvo. Los alumnos del colegio de la calle Antártida de la localidad bonaerense se han tomado el trabajo de recuperarlas para que tengan un mejor destino.
En solo un mes lograron recuperar las primeras. Ahora seguirán con otras cien que se encuentran en el taller de la escuela. “Hacer este trabajo social en la comunidad nos hace muy felices”, dijo el director de la institución, Mario Rodríguez.
Uno de los estudiantes contó como arrancaron con este proyecto. “Cuando vimos las sillas nos miramos y no sabíamos por dónde empezar”. Las sillas estaban oxidadas en mal estado. Fue necesario reutilizar piezas para poder recuperarlas.
La experiencia más emocionante fue ver la cara de los abuelos que recibieron las sillas reparadas. “Fue muy emocionante. Cuando un abuelo nos vio llegar se emocionó mucho y no paraba de agradecernos”, dijo a Clarin Facundo Cuellar, alumno de 4° año.