Un femicidio seguido de suicidio con un nene de siete años como testigo ocurrió en la localidad bonaerense de Bella Vista. El menor pasó varias horas con los cuerpos de sus padres dentro de la casa hasta que llegó la Policía.
La víctima era Jessica García, una gendarme de 26 años que fue asesinada por su pareja, Luis Leandro Giménez, un albañil de 38. El hombre le sacó el arma reglamentaria, le disparó en la cabeza y luego se pegó un tiro en la sien.
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Cuando los agentes llegaron al domicilio ubicado en la calle Gorosito, el niño de siete años les dijo: “A mi mamá la mató mi papá”. El dueño de la propiedad, que vive en la casa colindante, declaró que no escuchó gritos ni discusiones.
Fuerte amenaza
Una hermana de la víctima aseguró que García sufría violencia de género desde hacía tiempo y estaba separándose de Giménez. Además, reveló que había recibido amenazas y una fue muy contundente.
En la torta de cumpleaños que el femicida le regaló a su pareja meses atrás le dejó una temerosa frase: “Te amo mucho, pero a veces me dan ganas de...”. El mensaje se completaba con un dibujo de un muñeco ahorcando a otro, en una clara señal de asesinato.
Ese regalo llamó la atención de sus familiares y amigos que alertaron a García para que le ponga fin al vínculo. Por el contrario, todo terminó en un trágico final.