Lorenzo Muñoz estaba prófugo desde el 22 de febrero, cuando mató a su expareja y a su hijastra en Las Ovejas, Neuquén.
Finalmente, el hombre fue hallado muerto en un descampado en las cercanías de la localidad del norte de Neuquén.
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Muñoz asesinó de 15 puñaladas a su expareja Carina Apablaza y a la hija de esta Valentina en una calle céntrica del pueblo.
“Se habría quitado la vida hace varios días”, señalaron a los medios locales fuentes de la investigación.
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Después del terrible crimen, Muñoz se marchó caminando hacia una zona de bosques que rodean Las Ovejas. Una vecina pudo tomar imágenes con su celular tanto del ataque como de su escape hacia un sector rural.
La policía determinó que el asesino recibió ayuda de parte de su familia y muy probablemente de miembros de la Iglesia Evangélica a la que pertenecía durante todo este tiempo. Según se comprobó le fueron dejando comida, medicina, ropas y notas con información sobre los puntos en los que lo rastreaban los agentes.
Aún no están claras las circunstancias de su muerte. Solo está confirmado que el cadáver apareció en un descampado.