Agustín Ávila (16) fue asesinado por una patota de al menos 20 jóvenes en la madrugada del domingo afuera del Festival de Jesús María. “Nadie hizo nada”, expresó su mamá Vanesa en Arriba Córdoba. Del otro lado del teléfono, se la escuchaba con la voz quebrada y aún conmocionada por la escena de la que fue testigo.
Su testimonio fue desgarrador. Según reveló, estaban en familia disfrutando de la noche cuando su hijo fue sorprendido por un grupo de jóvenes. “Le robaron una gorra, eso fue lo que pasó. No una pelea, eran 20 chicos y chicas abusando de mi hijo”, detalló Vanesa.
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Acto seguido, uno de los integrantes “le clavó algo en el cuello” a Agustín y eso provocó el desenlace fatal. La fiscalía de Deán Funes, a cargo de la investigación, secuestró una navaja ensangrentada y el principal sospechoso del homicidio sería un adolescente de 15 años.
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La mamá de la víctima aclaró que su hijo “no estaba con ningún grupo de amigos sino con un grupo de familia, que es el grupo de personas que lo defiende y un amigo que viajó con él”. “No hay una patota, hay una familia defendiéndolo, que es muy distinto”, remarcó con dolor.
Vanesa también destacó que “estaban paseando” y negó que hayan salido de un boliche: “Se dijeron tantas estupideces”. Antes de cortar la llamada, contó que se iba a despedir a su hijo “como tiene que ser”.
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