César Flores tenía 48 años y es una víctima fatal más de la locura y el descontrol que reina en numerosas zonas de la ciudad de Córdoba.
El hombre era el réferi de un partido de fútbol de barrio, que se disputaba en un descampado de la zona de Campo de la Ribera.
Según las informaciones policiales, expulsó a un jugador, quién, al salir de la cancha, buscó un arma en su bolso y disparó salvajemente contra el árbitro.
Flores recibió varios disparos en la cabeza, el cuello y el tórax. Otro jugador, identificado como Walter Zárate, de 25 años, también fue herido. Ambos fueron trasladados al dispensario más cercano y, luego, derivados al Hospital Córdoba.
A las pocas horas, el árbitro finalmente murió. El atacante está identificado por la Policía pero aún no logró ser detenido. Sería apodado "el Pelado" y viviría en barrio Müller. Los vecinos están preocupados porque no hay seguridad en la zona.