Más de dos años después, la semana que viene arranca el juicio por el crimen de Lidia Cabrera en barrio Yofre Sud. La mujer de 65 años fue asesinada a golpes por sus vecinos expolicías en la madrugada del 6 de diciembre de 2020.
Lidia y su hija Yanina Moreno fueron golpeadas a trompadas y con baldosas dentro de su casa. Fueron sus vecinos quienes se metieron a la vivienda y las atacaron. Yanina alcanzó a ser salvada por otras personas de la cuadra, pero su madre quedó tirada y desfigurada en la vereda. Había muerto.
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Mucho tiempo después, la Justicia accionó y la causa se elevó a juicio. Serán juzgados tres expolicías de Córdoba. Roque Bonaldi y su hijo Leonel están detenidos e imputados como coautores penalmente responsables de homicidio calificado por alevosía, y de homicidio en grado de tentativa. Mientras que la hija de Bonaldi, Rocío, fue acusada de ser partícipe no necesaria de los mismos delitos.
"Ha llegado la hora de la verdad: el martes que viene desde las 9 de la mañana en la Cámara 12º del Crimen", confirmó el abogada de la familia de Lidia, Carlos Nayi, quien catalogó el crimen como "un aberrante caso".
Un aviso que nadie escuchó
Lidia Cabrera sabía que la iban a matar. Tanto ella como su hija habían recibido numerosas amenazas de la familia Bonaldi antes del crimen. Las víctimas realizaron una gran cantidad de denuncias, pero no se tomaron cartas en el asunto.
"Ninguna de las denuncias que hicimos fue por ruidos molestos. Fueron amenazas verbales de muerte, amenazas con armas de fuego. Yo no sé en manos de quién cayeron estas denuncias. Cada una de las denuncias ha tenido un procedimiento y se ha parado", dijo en su momento Yanina Moreno.
Y Carlos Nayi lo reiteró en diálogo con Arriba Córdoba. "Fueron varias denuncias previas, personas que no sabían convivir civilizadamente. Efectuaban disparos al aire todos los días y amenazaban a todos los vecinos, marcando territorio", indicó.
El abogado aseguró que "Lidia, su hija y todos los vecinos sabían que la iban a matar" pero "nada se hizo para detener a los agresores". En ese sentido, anticipó que la querella pedirá la prisión perpetua por una "crónica de muerte anunciada".
Nayi también trazó diferencias entre los tres imputados. Roque y Leonel Bonaldi son expolicías, pero Rocío era parte de la Fuerza al momento del crimen, aunque en situación pasiva desde diciembre de 2019.
"Ella fue la que usó el arma reglamentaria para amedrentar y sembrar temor entre los vecinos, demostrando que les encanta ser malas personas", apuntó.