En la Cámara 12 del Crimen comenzó un juicio que impacta. Un comerciante de un maxikiosco ubicado sobre calle Obispo Salguero está acusado de abusar sexualmente, drogar y privar de su libertad a sus empleadas, que en su mayoría eran estudiantes universitarias.
Son tres las presuntas víctimas que lo denunciaron. El perfil se repite: jóvenes que llegaron a Nueva Córdoba para estudiar y necesitaban trabajo en tiempo parcial para solventarse.
Al parecer, el acusado las hacía trabajar en horario nocturno desde las 00 hasta las 8 de la mañana. No descartan que pueda haber más denunciantes, ya que al lugar llegaba una gran cantidad de CV.
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La imputación contra Silvio Salustiano Contreras (67 años, oriundo de misiones) es por abuso sexual con acceso carnal reiterado, continuado y calificado por el daño en la salud de la víctima y agravado por el uso de estupefacientes.
Según las acusaciones, el comerciante las incitaba a consumir drogas como cocaína y LSD para violarlas en el depósito del comercio. Las jóvenes declararon que incluso fueron atadas y encerradas en el maxikiosco.
Para el acusado, “relaciones consentidas”
El supuesto abusador negó todo y aseguró que las relaciones sexuales fueron consentidas. Para defenderse de las acusaciones sobre los hechos que habrían ocurrido durante 2016 admitió los actos sexuales, pero indicó que siempre hubo voluntad de sus empleadas.
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La fiscal Ingrid Vago, que pidió la elevación del caso a juicio, aseguró que Contreras abusaba de su autoridad y de la situación de vulnerabilidad de las jóvenes. La sospecha es que sólo contrataba a estudiantes del interior, sin familia en Córdoba Capital.