Dos hombres fueron juzgados por la batalla campal en un partido de fútbol barrial que terminó con el asesinato de Santiago Orellano (18). La Cámara 5ª del Crimen de Córdoba condenó a prisión perpetua a Franco Daniel Tapia (28), autor del disparo que mató al joven el 22 de agosto de 2020 en barrio Comercial.
Tapia fue responsabilizado de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y alevosía. Además lo encontraron culpable del delito de hurto calamitoso. La pena coincide con la solicitada por el fiscal de Cámara, Marcelo Fenoll.
Al hacer uso de la última palabra, Tapia reconoció su participación en el ataque. "Es un error que cometí", declaró en medio de un pedido de disculpas a la familia de la víctima que presenció el juicio entre muestras de profundo dolor.
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El tribunal, integrado por jurados populares, determinó que el hombre no solo asesinó a Orellano, sino que además le robó el celular y la billetera mientras agonizaba.
Por otra parte, condenaron a Ramón Mariano Rodríguez (35) a seis años de cárcel por los delitos de "abuso de arma reiterado y coacción calificada reiterada".
La investigación estableció que Rodríguez disparó contra Marcos Nehemías Alfonzo, un amigo de Orellano que sobrevivió al ataque. Para él, la fiscalía había pedido ocho años de cárcel.
+ FOTO: Santiago Orellano fue asesinado de un tiro en la cabeza:
Un "picado" mortal
El joven de 18 años murió baleado mientras miraba el "picado" de fútbol. Se enfrentaban los equipos de barrio Comercial y Ampliación Vicor cuando comenzaron los incidentes.
En medio de los tiros, Orellano salió corriendo pero una bala impactó en su cabeza. Cayó al suelo y, mientras agonizaba, le robaron las pertenencias. Murió en el Hospital de Urgencias.
Omar Orellano y Marina Chávez, los padres del joven asesinado, lamentaron lo sucedido hace dos años. "Santiago era un ser hermoso por dentro y por fuera, era un gigante chiquito", declaró la mujer.
El ruego de la madre
"A mí también me mató", aseguró la mujer al pronunciarse antes de conocer la sentencia contra el homicida de su hijo.
La madre de la víctima se arrodilló ante los jurados populares y les rogó: "Por favor, perpetua para este homicida animal".
"Me costó volver a respirar, no tengo fuerzas para vivir", confesó la mujer en el desenlace del juicio por el crimen de Santiago.