Otro caso de violencia de género que estremece a Córdoba. Belén Arregui (30), oriunda de Alta Gracia, se cansó de denunciar a su expareja, Matías Nicolás Furlani. Desde que se separó, hace dos años, las amenazas continuaron y a pesar de que presentó cinco denuncias en su contra, jamás la escucharon.
"No era vida la que estaba llevando con él"
Tenía que pasar a mayores para que la Justicia tome cartas en el asunto. En el último episodio, cuando fue a buscar a sus dos hijos en tenencia compartida, terminó con el parietal izquierdo y el maxilar completamente fracturados por la trompada que le dio Furlani.
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“Todo el tiempo fue violento. Por eso decidí separarme cuando la niña había cumplido un mes. No era vida la que estaba llevando con él”, aseguró en diálogo con Telenoche.
La parte izquierda de su rostro está paralizada y apenas puede hablar del dolor que tiene: “Ni siquiera puedo reír, gesticular, ni comer”. Belén se alimenta de yogurt y puré porque no puede masticar y no tiene licuadora para procesar los alimentos. Ahora deberá someterse a una cirugía para reconstruir su rostro.
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El fiscal Martín Berger ordenó la detención del hombre por lesiones graves calificadas y desobediencia a una orden judicial. “Yo no quise que las cosas llegaran a este punto, porque es el padre de mis hijos. Pero yo necesito un poco de paz, de tranquilidad. No podía seguir viviendo así”, concluyó.