Este martes al mediodía, familiares, amigos y vecinos despidieron los restos de Agustina Imvinkelried (17), la adolescente que fue encontrada muerta en un descampado a 300 metros del boliche de la localidad de Esperanza (Santa Fe), donde la vieron por última vez en la madrugada del domingo.
La víctima luchó hasta el final. Así lo determinó la autopsia preliminar, informe que dio a conocer el cuerpo médico forense de la provincia santafesina. Fue golpeada salvajemente: su rostro estaba completamente dañado, sobre todo sus ojos, zona en la que registraron las mayores lesiones. Además, encontraron marcas en las manos y los brazos, por lo que consideran que intentó defenderse de un supuesto ataque sexual.
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También se conoció que encontraron tierra en sus pulmones. Ante esta situación, presuponen que fue semienterrada con vida –fue encontrada semidesnuda, con la ropa corrida, tapada con hojas y ratas- y que agonizó varios minutos. Confirmaron que no fue violada y que la asfixió con las manos hasta matarla.
Por el momento no hay detenidos por el crimen. El único sospechoso era Pablo Triofini (39), quien se quitó la vida cuando se vio acorralado por la policía cuando se presentó en su casa para ser interrogado.
La Justicia investiga si el femicida intentó ocultar el crimen, debido a que fue visto dos veces en la escena del crimen: para asesinarla y luego para enterrarla. Además, trascendió que le pidió a un vecino una pala y se la devolvió rota. En su vivienda encontraron zapatillas con barro.