Dos teléfonos celulares encontrados en la celda que comparten Blas Cinalli y Enzo Comelli fueron secuestrados por los guardiacárceles. Son dos de los ocho rugbiers acusados por matar a Fernando Báez Sosa.
Personal del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) confirmó el secuestro de los teléfonos durante una requisa realizada el último domingo. Fuentes penitenciarias revelaron a Infobae que los dispositivos se incautaron por "un supuesto uso indebido".
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Mensajes en redes sociales llamaron la atención de las autoridades. Fueron interacciones con la cuenta de Instagram "rugbiers.zarate", un perfil que ya dejó de existir.
Los posteos fueron realizados en defensa de los rugbiers imputados por el crimen de Fernando el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell. En la descripción de la cuenta, se expresó: "Basta de condena social. Basta de mentiras. Basta de violencia. Basta de odio".
Según aclararon las autoridades, los rugbiers pueden utilizar teléfonos en la prisión pero tienen prohibido usar las redes. En la cuenta investigada no hacían publicaciones propias pero sí compartían otros mensajes en apoyo a los acusados en el caso Báez Sosa, se advirtió.
El escándalo causó revuelo este miércoles en el comienzo de los alegatos en el juicio desarrollado en los tribunales de Dolores. Los ocho rugbiers están acusados de homicidio doblemente agravado. Los fiscales pidieron una condena a prisión perpetua.