Wanda Esquivel es la agente que confesó haber plantado el arma para encubrir el crimen de Valentino Blas Correas en la madrugada del 6 de agosto del 2020. Desde septiembre de ese año goza de prisión domiciliaria por tener una hija con dificultades respiratorias.
Sin embargo, ahora recibió una grave acusación: desde la familia de Blas denuncian que violó la medida judicial. Este jueves fue vista en un bar horas antes de la novena audiencia del juicio que la tiene como imputada junto a otros 12 uniformados.
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Alejandro Pérez Moreno, abogado de la familia del adolescente víctima de gatillo fácil, aseguró a El Doce que fue el papá de Blas quien vio a Esquivel en un local ubicado a metros de Tribunales II.
En la imagen aparece la agente sentada en una de las mesas del bar conversando con un hombre, gozando de una libertad que no tiene.
El escalofriante audio
20 minutos después de la balacera que mató a Blas, la agente Wanda Esquivel le envió un audio a su pareja: "No sabés lo que te acabás de perder, amor". Luego plantó el revólver calibre 22 junto al cabo Javier Alarcón para encubrir el asesinato.
Tras la difusión de ese mensaje de voz durante el juicio, la policía pidió ampliar su declaración y se defendió. "En ningún momento lo dije en forma de burla, tenía la adrenalina de todo lo que había sucedido", afirmó.
En una audiencia anterior, Alarcón la responsabilizó por tirar el arma desde la ventanilla del patrullero en la escena del crimen para adjudicarlo a Blas y sus amigos. "En ningún momento la obligué a hacer nada, en ningún momento", se desligó el cabo.
"Cuando Esquivel recibe el llamado del cabo Leandro Quevedo, me preguntó si tenía un 'tango', si tenía un arma", declaró el policía imputado de homicidio junto a Lucas Gómez. "Le dije que tenía un revólver viejo y se lo di a ella", agregó en su exposición.