La localidad cordobesa de Justiniano Posse pasó de tener dos casos de coronavirus y ser considerada zona blanca, a sumar 16 en un fin de semana y 1.000 aislados. El brote se desató tras la celebración patronal por el Día de la Virgen Niña del pasado 8 de septiembre, a la que asistieron fieles sin barbijos y sin respetar la distancia social.
"Testigos dicen que el sacerdote decía que quienes usaban barbijo eran miedosos y que no tenía que haber miedo a la muerte porque si moríamos nos íbamos antes con Dios", relató en Arriba Córdoba Adrián Leonardi, periodista de FM Sudeste. Por este hecho, se esperan más contagios en los próximos días.
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Por este hecho, el fiscal federal José María Uriarte de Bell Ville inició una investigación de oficio en la investigación de los hechos tras una denuncia anónima. En medio de las repercusiones, el Obispado de Villa María emitió un comunicado y se desligó de toda responsabilidad, asegurando que adhirieron a los protocolos establecidos por el COE en su culto público.
"Con respecto al supuesto incumplimiento de dicho protocolo en la parroquia Natividad de María de Justiniano Posse, con ocasión de sus festejos patronales, respetamos y apoyamos las actuaciones que al respecto ha iniciado de oficio la fiscalía federal de Bell Ville para establecer si hay responsabilidades personales", concluye la nota.