El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) dio a conocer hace un par de días la proyección trimestral para los últimos meses del año. Según las estimaciones, en Córdoba se presentarán semanas con mucho calor y pocas lluvias, algo que alarma por los constantes incendios.
De acuerdo a los datos, habrá temperaturas por encima de lo normal y pocas precipitaciones en los meses de octubre, noviembre y diciembre. Los incendios comenzaron hace varias semanas en la provincia y continúan siendo una preocupación en el interior.
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El informe señala que se observan regiones del país donde "las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos indican diferencias en cuanto a las probabilidades en el pronóstico estacional".
La situación de lluvias inferiores a lo normal se dará en la región del Litoral, norte y este de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, este de San Luis y oeste de Patagonia. El mapa muestra a la provincia de Córdoba con 45% a 50% de probabilidad de tener menos precipitaciones.
El SMN insinuó que "dadas las condiciones actuales de sequía sobre una amplia región del país y ante la persistencia del fenómeno de La Niña sumado a un pronóstico desfavorable en cuanto a lluvias, se recomienda mantenerse actualizado con los informes de sequía como así también con los pronósticos de más corto plazo".
En cuanto a las temperaturas, el panorama tampoco es favorable para la región que ocupa Córdoba. El informe trimestral indica que la provincia tendrá, casi en todo el territorio, de 45% a 50% de probabilidad de que sea superior a lo normal.
"Sobre gran parte del centro y norte del país no se descarta una mayor frecuencia de temperaturas máximas extremadamente altas. Se recomienda mantenerse actualizado con los pronósticos de menor escala incluyendo el Sistema de Alerta por temperaturas extremas", advirtió al respecto el SMN.
Cómo se elabora el informe
El Pronóstico Climático Trimestral se realiza sobre la base del análisis de las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos nacionales, sumado al análisis de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas. "El pronóstico que aquí se presenta está basado en un consenso consolidado a partir de esas diversas fuentes", aclaró el organismo.