Sonar la campana, un grito de desahogo y esperanza. Una forma de acompañar a las personas con cáncer durante su tratamiento.
“Campanas por la salud” surge en Huston, Estados Unidos, en el año 1996. El almirante Irve Le Moyne, agradecido por haber finalizado su tratamiento de radioterapia, regaló la campana de bronce de su barco al centro de salud donde se atendió.
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Cada vez que suena la campana, una persona empieza o termina su tratamiento contra el cáncer. En los hospitales de Córdoba no había ninguna. Fue la prima de la periodista de El Show del Lagarto, Evelin Liendo, quien atravesó el cáncer de mama, la que instaló la primera campana en el Hospital Ferreyra.
El espíritu se fue contagiando y extendiendo a diferentes centros de salud de Córdoba. Ahora buscan donaciones para instalarlas en la mayor cantidad de hospitales posibles. “El objetivo es que cada lugar que tenga estos tratamientos oncológicos tenga su propia 'campana por la salud''', explicó Liendo en Seguimos en El Doce.
Ana Genesir es una joven en tratamiento oncológico que a través de Tik Tok consiguió donaciones para comparar una campana para el Hospital Oncológico Provincial. “Me di cuenta que les daban de alta y la gente aplaudía pero no teníamos campana. El primer día que la llevé ocurrieron dos altas y fue una emoción enorme”, relató.
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“Las campanas siempre fueron una forma de comunicación. Cada paciente que finaliza el tratamiento tiene necesidad de contar que terminó. Sonar esas tres campanadas nos pareció un gesto muy importante”, agregó Marcos Ortiz, jefe de oncología del Hospital Aconcagua e impulsor del proyecto.
Estela García fue la primera mujer en tocar la campana en el Aconcagua: “Fue el día que me dieron el alta. Se toca el día que uno llega con la ilusión de salir pronto y cuando uno termina”. En ese sentido, recalcó muy emocionada: “No solamente la droga te cura y te sana, si no también el trato del personal de salud, la familia y la fortaleza que uno tiene. Yo amo la vida y quiero vivir”.
El fin de esta iniciativa es reducir la ansiedad acumulada y el desgaste que conlleva el tratamiento. Además es una forma de revelar la felicidad de quien ha finalizado una etapa dura. Para colaborar con la compra y donación de las campanas se puede contactar en Instagram @evelinliendo.