Es una trampa mortal. El canal Los Molinos abastece de agua a Córdoba para el riego en el cinturón verde y para el consumo humano en la zona sur de la capital. Cuando hace calor, muchos cordobeses de los barrios más vulnerables lo usan como balneario. El riesgo es alto: en el lugar ocurrieron muertes y varios ahogamientos, como los del pasado domingo.
A la altura del kilómetro 10 del Camino a San Carlos, cerca de las 18 del último domingo, tres adolescentes fueron rescatados del canal, flotando y sin signos vitales, luego de traspasar un conducto subterráneo que le da continuidad al curso de agua, entre los cultivos y los caminos rurales.
Drama. La aparición de los cuerpos angustió a las personas que se bañaban en el improvisado balneario, en el que está prohibido meterse. Justo en el lugar estaba un paramédico del servicio de emergencias municipal 107 junto a su amigo, que es asistente de enfermería.
Todo en un instante
“Sentí el grito de una mujer y vi que apareció un cuerpo, un señor lo sostuvo y yo lo saqué por unas escaleras. Estaba morado, prácticamente sin vida”, contó a El Doce, Claudio Lucero, paramédico y enfermero profesional (MP 3552).
Mientras trataban de reanimar al adolescente, el otro hombre que estaba en el agua observó un cuerpo aparecer desde la oscuridad del canal subterráneo. Todo era un caos. La gente gritaba y muchos se iban del sector.
+ VIDEO: El informe y el testimonio de los protagonistas:
“Cuando el primer chico salió del paro cardíaco, empecé con el otro que demoró un poco más en reaccionar. En ese momento rescataron al tercer ahogado. Lo subieron sin signos vitales y con dificultad respiratoria”, relató.
Ante la urgencia por salvarles la vida, los tres adolescentes fueron retirados del lugar en autos particulares, según manifestó el paramédico. “Me gustaría saber cómo están, sobre todo el chico que más grave estaba”.
Este medio consultó sobre la salud de los jóvenes a la Policía y a todos los hospitales provinciales y municipales de la zona, pero no hay registro de ellos.
Historial de terror
En ese sector del canal Los Molinos ya ocurrieron muertes por ahogamientos. En definitiva, son fallecimientos por asfixia por inmersión pero se registran como muertes de etiología dudosa.
El 22 de noviembre de 2020, la Policía notificó una muerte de estas características en el conducto de agua. En ese lugar perdió la vida un hombre de 47 años que estaba junto a un compañero. En el reporte indicaron que “había menores por todos lados bañándose en el canal”.
En la misma zona, el 11 de diciembre de 2014 encontraron el cadáver de un joven de 20 años, dos días después de que se lo viera por última vez cuando se bañaba con amigos, publicó La Voz.
“Hace 17 años vine por última vez y ahora está igual. No hay señalización. Este lugar es una trampa mortal. Hubo muchas muertes pero no se informan. Acá perdí a un amigo que había acompañado y lo succionó el canal”, relató Gerardo, de 41 años, conocedor la zona.
Alejandro vive cerca del lugar y ve mucha gente en los días de calor. Contó que el conducto subterráneo tiene “una forma de sifón” que provoca el hundimiento de las personas arrastradas por el agua.
“Acá falleció el primo de mi esposa. Había salido de trabajar, estaba solo, se sacó la ropa, se tiró y desapareció. Luego lo encontraron ahogado. Hace pocos años también murió un bebé”, afirmó.
Por su parte, Santiago Yamil Sosa, el asistente de enfermería que colaboró activamente en el rescate del domingo, dijo que en el ingreso a la parte del canal que pasa bajo tierra “el agua hace un remolino y te succiona”.
Peligro latente
El canal a cielo abierto está a 400 metros del Camino a San Carlos y se llega fácilmente por un camino rural.
En el lugar no hay cartelería que indique el peligro que representa tirarse a esas aguas. Los lugareños dicen que, cuando hubo señalización, la misma gente la quitó. Hoy quedan vestigios de lo que pudo haber sido una marca de alerta.
+ Zona de peligro:
“En verano viene mucha gente y no mide el peligro. Se largan donde ven agua. La mayoría viene desde la ciudad”, dijo Miguel Campetella, presidente del Consorcio de Usuarios de Riego de Zona Sur, que se encarga de la distribución del agua en los campos del cinturón verde, además del mantenimiento y limpieza de los canales secundarios.
Desde la empresa Aguas Cordobesas confirmaron que “es recurrente” que los guardias de la Planta Potabilizadora Los Molinos, ubicada a casi 2 kilómetros del peligroso balneario, observen a bañistas en la zona. “Siempre les advierten sobre los riesgos de arrojarse al agua”, indicaron.
Quién controla
Desde la Administración de Recursos Hídricos de la Provincia, bajo la órbita del Ministerio de Servicios Públicos, encargada de gestionar los cursos de agua del territorio cordobés, señalaron que la problemática es un “tema netamente de seguridad porque el canal está cercado”.
En tanto, desde el Ministerio de Seguridad afirmaron que no les corresponde administrar la seguridad en el canal Los Molinos “ni en ningún canal de la provincia”. “Seguridad Náutica tiene competencia únicamente en los lagos y embalses”, apuntaron.
La Ley 9.867 que creó a la Administración de Recursos Hídricos de la Provincia, publicada en el Boletín Oficial el 15 de diciembre de 2010, establece en el artículo 3 inciso C “regular el uso de las aguas”; y en el inciso H “controlar y supervisar los consorcios de usuarios formados para administrar o colaborar en la administración de agua para riego, canales, lagos y obras hidráulicas”.
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