Cada 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil. Para concientizar, sensibilizar e informarse sobre una enfermedad que enfrentan miles de niños y familias, es necesario responder preguntas claves y comunes.
¿Cuáles son los primeros signos de alerta? ¿Cómo darse cuenta si podría ser un cáncer cuando los síntomas son tan parecidos a otras afecciones? ¿Cuáles son los tumores más comunes y qué probabilidad hay de curarse?
Celina Castro (28694/9), jefa del Servicio de Oncología Pediátrica del Hospital de Niños de la ciudad de Córdoba, respondió estos interrogantes y brindó ejemplos para estar alerta.
Detección y consciencia
El primer y fundamental punto es la detección temprana. “Es una manera de evitar que el paciente llegue con una enfermedad muy progresada y que el tumor tome otros órganos”, introdujo Castro.
La especialista remarcó la importancia de ser conscientes de que el cáncer existe y tenerlo presente "ya sea desde el lado profesional a la hora de revisar un paciente, o por parte de las familias al observar algunos signos en el día a día con los niños". “Si vos no lo pensás, nunca lo vas a diagnosticar”, advirtió.
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En ese sentido, planteó las dificultades extras que aparecen fuera de Córdoba capital: “En el interior no hay medicina de tercera complejidad y por lo tanto el pronóstico es malo, porque el paciente llega al hospital con la enfermedad avanzada. El objetivo no es criticar al médico general, sino formarlo: que si el niño llega con dolor cabeza no solo se piense en que puede ser por las pantallas de un celular”.
Castro también subrayó la importancia de realizar los tradicionales certificados médicos para el ingreso escolar de los niños: “Es fundamental esa revisión anual para detectar alguna enfermedad. Con el tacto en el abdomen por ejemplo se pueden percibir tumores renales o en el intestino. El examen físico es la base de todo”.
Signos de alerta
La profesional aclaró que los síntomas suelen ser "muy generales", aunque suelen venir "acompañados de otra cosa". Entre los más comunes nombró los vómitos, dolor de cabeza, molestia abdominal, decaimiento, fiebre con más de diez días o pérdida de peso repentina. Según cada tipo de cáncer infantil, dio los siguientes ejemplos:
- Cuando es un cáncer gastrointestinal: vómitos y dolor de cabeza. Cuando lleva dos o tres semanas se puede acompañar de una marcha inestable, es decir, que el paciente no se puede mantener parado y se marea. También puede tener pérdida de peso, transpirar mucho de noche, estar decaído o pálido.
- Cuando es un cáncer ocular: muy característico en los bebés. Se les puede desviar un ojo o aparecer una mancha blanca. También puede presentar un ojo rojo y otro blanco.
- Cuando es un cáncer en las células del sistema linfático: se inflaman los ganglios en el cuello y no mejora con los antibióticos.
- Cuando es un cáncer óseo: el paciente puede empezar a caerse sin motivo o a renguear. En ese caso puede tratarse de un tumor en la pierna. Estos dolores no siempre son producto de algún golpe que haya tenido en ese periodo de tiempo.
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Proceso médico y emocional
La profesional indicó que cada patología es distinta. “No es lo mismo una leucemia que un tumor en el cerebro. Algunos pacientes necesitan solo quimioterapia y otros radioterapia", detalló.
Más allá del tratamiento médico que se le asigne a cada niño, Castro resaltó la importancia del seguimiento emocional tanto al paciente como a su familia: “Tenemos un equipo grande con psicólogos, pediatras, enfermeras y distintos médicos especializados en la problemática que los acompañan de principio a fin en el proceso y después también”, sostuvo sobre el trabajo que se realiza en el Hospital de Niños.
Cuando los tratamientos no tienen el resultado esperado y se ingresa en fase terminal, la doctora marcó que ese apoyo debe volverse "inmenso".
La médica sostuvo que la sobrevivencia y mortalidad “depende de cada patología” y del “estado llegue el paciente al hospital”. “No es lo mismo si tiene un diagnostico temprano que si hace meses que está dando vueltas y cuando lo vas a tratar te das con una metástasis, un cáncer que ya tomó otros órganos".
Nueva ley
El pasado 9 de febrero, el Gobierno Nacional reglamentó. Fue aprobada por unanimidad en el Congreso y garantiza el tratamiento gratuito para menores de edad.
La norma establece que deben tener una cobertura del 100 por ciento en su tratamiento oncológico. El Instituto Nacional del Cáncer (INC) será el organismo descentralizado para “dictar en el marco de sus competencias las normas complementarias o aclaratorias que requiera la efectiva aplicación de la Ley N° 27.674″.
La institución deberá extender una credencial a todos aquellos que estén inscriptos en el Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino y que tengan un tratamiento activo. Ésta les dará el derecho a recibir los cuidados que necesiten de manera gratuita.
La renovación del mismo se hará de manera automática cada año y estará vigente hasta el alta definitiva del paciente hasta los 18 años inclusive.