Una organización criminal es investigada por trata de personas mediante explotación laboral en Córdoba. Las víctimas eran captadas por redes sociales y les hacían pagar una suscripción que iba de 150 a 200 dólares.
La Policía Federal rescató a 27 jóvenes, entre ellos un menor de edad. Estaban hacinados en dos departamentos de un edificio de Bedoya al 900, en barrio Cofico. En el marco de la causa detuvieron a un ciudadano venezolano y a dos mujeres argentinas.
Seis allanamientos fueron ordenados en Cofico y en la habitación de un hotel céntrico de Córdoba, precisaron fuentes vinculadas con la investigación.
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El fiscal federal Maximiliano Hairabedian indicó en El Show del Lagarto que la hipótesis sobre la que investigan es la de "un grupo de personas que estaría valiéndose de trabajadores en extrema precariedad, con dificultades para irse de ese trabajo cuando no quieren continuarlo".
La banda habría operado con una modalidad de estafa piramidal. Una de las metodologías utilizadas "sería la de captar personas con tentación de una oferta laboral y cuando decidían sumarse les piden una suma de dinero para acceder", describió Hairabedian.
+ VIDEO: la palabra del fiscal federal Hairabedian:
En los procedimientos secuestraron 42 teléfonos celulares, 36 cuadernos con anotaciones varias, ocho cuadernos con anotaciones de comprobantes de depósitos y transferencias en el exterior, tres notebooks y demás elementos de interés, enumeraron las fuentes.
Cómo operaban
Las víctimas dormían en el piso y tenían un solo baño en común. Había personas de Santiago del Estero, Misiones, Buenos Aires, Catamarca, Salta, Córdoba, Chaco y de distintos países como Venezuela, Uruguay, Brasil y Ecuador.
El modus operandi de la organización consistía en crear perfiles falsos en redes sociales, con el objeto de seguir captando personas para el pago de la suscripción, advirtieron los investigadores. Todas esas actividades eran registradas en cuadernos que eran constantemente monitoreado por los "líderes", detallaron.
+ FOTO: desde las redes sociales buscaban atraer suscriptores:
La banda tenía acceso a cuentas bancarias en entidades financieras de Colombia y Perú. La mayoría de los pagos se realizaban con criptomonedas para evitar que los movimientos sean rastreados.
Una joven oriunda de Puerto Iguazú logró escapar del domicilio en el que se encontraba y radicar la denuncia que originó la investigación del Juzgado Federal a cargo de Alejandro Sánchez Freytes.
Para llamar la atención, los referentes de la organización exponían en redes sociales fotografías de sus líderes ostentando ropas de marca, vehículos de alta gama y joyas. "Este ardid publicitario estaba dirigido a captar jóvenes que buscaban lograr la oportunidad para obtener su primer trabajo", alertaron los investigadores.
+ FOTO: detuvieron a tres referentes de la organización:
Los pesquisas establecieron que la banda proponía a los jóvenes generar ingresos mediante el uso de redes sociales, a través de una empresa que supuestamente estaba asociada a importantes plataformas digitales internacionales.
Las personas captadas debían ofrecer una especie de cursos o capacitaciones para intentar atraer adherentes, con la promesa de aumentarles el pago según la cantidad de suscriptores que consiguieran.