Este viernes comenzaron las indagatorias a los acusados por el crimen de Valentino Blas Correas. Por primera vez, el cabo primero Lucas Damián Gómez dio su versión de los hechos sobre lo que pasó en la madrugada del 6 de agosto.
Según publica La Voz, Gómez siguió el consejo de su abogado Gastón Schoenfeld y dijo que él siempre pensó que los jóvenes que iban en el Fiat Argo eran delincuentes y que les disparó porque oyó otros tiros antes y creyó que su vida corría riesgo.
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En diálogo por videollamada con el fiscal José Mana, relató: "Llegan manejando la oficial Martínez, quien era jefa de coche, y paran cuando ven por el retrovisor que venía conduciendo Alarcón al lado de la jefa de coche agente Esquivel. Él se interpone entre el vehículo y el cordón y va haciendo un ademán para que se detengan. Pide que desciendan la velocidad del Argo y estaba con el arma desenfundada. Gómez razonablemente se creía en un peligro real, por lo que le habían informado no sólo que se habían evadido, sino que estaban armados. Fueron descendiendo la velocidad, pero no frenaban. Luego pasan y él se corre y lo tocan en la cintura con el retrovisor. Ahí, mientras se da vuelta, y en milésimas, escucha dos disparos y él responde a lo que él creía que era una agresión ilegítima. Se encontró con la necesidad de repeler esta agresión. No hubo una provocación de su parte".
De esta manera, el cabo apuntó como responsable al otro uniformado detenido, Javier Alarcón.
Ante este relato de Gómez, su abogado solicitó el cambio de calificación: de homicidio agravado por el de homicidio en legítima defensa putativa, una figura que le da una justificación para matar y no tiene pena, ya que se entiende que disparó por un error no imputable.
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"Él escuchó que se irradió por frecuencia policial el conflicto entre un motociclista y un Fiat Argo blanco. El motociclista entrevistó al cabo Quevedo, quien irradió esta circunstancia. Gómez sumó a lo del conflicto que le dijeron que iban seis personas armadas dentro del auto. A su vez, el jefe de distrito, el oficial principal también de apellido Quevedo, pidió que cortaran la avenida Vélez Sársfield cuando ellos (la patrulla de Gómez) iban por el hospital Privado. A su vez, también por radio, personas de Jefatura del sector de Cámaras les informaron que el Argo blanco iba por Vélez Sársfield de sur a norte", contó el abogado defensor de Gómez. "Nosotros creemos que no está para nada el dolo homicida, bajo ningún punto de vista", completó.
No aparece la moto
La situación de los policías acusados y de otros que habrían participado de las maniobras de complicidad podría agravarse a partir del hecho que sigue sin aparecer la supuesta denuncia de un motociclista, que es –según la versión policial– la que habría generado que se montase el retén en la zona del Pablo Pizzurno.
Además, se el fiscal Mana agregó una tercera división en el expediente. A las investigaciones por el asesinato de Blas y la acusación por abandono de persona contra los empleados del Sanatorio Aconcagua, ahora se agrega una tercera causa por el encubrimiento policial.