Diciembre de 2009, llovía torrencialmente y la Navidad se aproximaba. Juan Aciar, de tan sólo 13 años, quiso ayudar a una persona a cruzar la calle. Se tomó de un cable, pero estaba electrificado. La descarga eléctrica fue tan fuerte que le produjo su muerte.
Desde ese momento, su mamá, Sandra Meyer, luchó para que esto no vuelva a ocurrir a través de la Fundación Relevando Peligros. Diez años después, el demorado juicio a los dos imputados, el comerciante Diego Nievas y el electricista Adrián Molina, llegó a su fin en la Cámara Séptima del Crimen.
+ VIDEO: La lectura de la sentencia:
Aunque la querella había pedido tres años de prisión efectiva para cada uno, el fiscal Víctor Chapero los condenó a tres años de prisión por homicidio culposo, con ejecución condicional. También deberán pagarle 550 mil pesos por resarcimiento al padre de la víctima, que fue querellante particular y actor civil de la causa. La mamá, en cambio, se negó a recibir su parte porque no solicitó resarcimiento civil.
"El empresario tuvo una decisión deshumana, en ningún momento se arrepintió", lamentó la mamá de la víctima.
Disconforme con la pena y con mucho dolor, reclamó una sentencia efectiva y ejemplificadora. "Esperaba más. Más allá del caso específico de Juan, creo que hay que cambiar la mirada de la vía pública", expresó en Telenoche.
"Yo no buscaba venganza. Nosotros tenemos un comerciante con 10 sucursales, cómo puede ser que no sabía cómo se habilitaba un negocio y se ponía un cartel en la vía pública. El empresario tuvo una decisión deshumana, en ningún momento se arrepintió", lamentó.
+ VIDEO: Sandra Meyer criticó el fallo en Telenoche: