El crimen de Fernando Báez Sosa es, sin dudas, el caso más conmocionante a nivel nacional en lo que va del año. El joven murió a la salida de un boliche en Villa Gesell, a causa de una brutal golpiza por parte de diez rugbiers.
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Pero en Córdoba también hubo un caso muy parecido que shockeó a la ciudad. Todo ocurrió durante la madrugada del 8 de enero de 2005 en la vereda de Rafael Núñez al 4700. Allí, unos diez jóvenes rodearon a Marcos Spedale, de 16 años, y le propinaron una paliza que se extendió por casi dos minutos. Los golpes desencadenaron en la muerte del joven y cuatro de los asesinos, un mayor de edad y los otros menores al momento del hecho, fueron condenados.
Las causas tienen similitudes, desde el "modus operandi" hasta el catastrófico desenlace. La diferencia está en los registros. El Doce habló con Héctor Spedale, padre de Marcos, quien se lamentó con respecto a esto: "Él tendría que haber filmado su propia muerte para que todos fueran presos. Si había videos, les hubiesen dado perpetua".
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Sobre la actualidad de los asesinos de Spedale, Héctor dijo: "En su momento siete llegaron a juicio. Hoy están todos libres. Hoy Pelliza (el principal acusado) toca la guitarra y hace recitales. Hace rato que están en la calle". Por último, el hombre le mandó fuerzas a los padres de Báez Sosa: "Espero que soporten esta parte fea que les viene. Ellos tienen muchísimos elementos para probar y que todos vayan presos, y para que haya una condena ejemplar".