La rutina de manejar sobres con dinero imposible de justificar, coimas que habrían tenido como destino oficinas gubernamentales, amenazas y extorsiones. Con ingredientes como estos, el arrepentido cordobés ratificó y amplió su testimonio sobre la trama para distribuir y blanquear plata proveniente de la corrupción durante el kirchnerismo.
Miguel Vera declaró ahora en el juicio por la financiera trucha CBI, en el que es uno de los 16 acusados, ante el Tribunal Oral Federal nº2 de Córdoba. En esta nota, por primera vez, se puede ver y escuchar su relato.
El “arrepentido” es titular de dos empresas fantasma a través de las cuales se monetizaron decenas de millones de dólares originados en maniobras corruptas entre los años 2011 y 2014. Con su confesión, Vera busca reducir su condena.
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En el relato mencionó constantemente a Fernando Boldú, dirigente muy cercano a Eduardo Accastello y dueño del llamado “Piso Criminal" frente a Plaza España. Según Vera, Boldú, también amigo íntimo de Jorge Suau, el ex vicepresidente de CBI que murió en circunstancias aún hoy misteriosas, fue una especie de coordinador de las maniobras para pesificar fortunas en cheques.
El imputado colaborador también menciona a figuras de la administración cristinista como José López y la plana mayor de vialidad nacional.
En su testimonio, Vera aseguró haber recibido un pedido de Boldú –que en aquella época era vicejefe del Gabinete provincial- para que le acerque una coima al Centro Cívico. Vera, simpatizante justicialista, dijo que se negó a hacerlo por su admiración al exgobernador José Manuel De la Sota.
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El empresario está bajo custodia desde el pasado viernes 24 de mayo. Es que, según su versión, en las últimas semanas sufrió amenazas e intentos de extorsión de Fernando Boldú, quien rechazó la acusación a través de su abogado.
+ El video de la declaración del arrepentido cordobés:
Miguel Vera expuso estas maniobras de corrupción en 2016, lo que le permitió convertirse en el primer imputado colaborador y salir de la cárcel, casi dos años antes de la causa “Cuadernos de las coimas”. Pese a estas revelaciones, en la Justicia Federal de Córdoba no hubo avances significativos sobre la ruta cordobesa del dinero “K”.