En un fallo con múltiples aristas y que sentará precedentes, la Justicia condenó al conductor y productor Max Delupi por daños generados por expresiones injuriosas en redes sociales contra los periodistas Roxana Acotto e Iñigo Biain.
La jueza María de las Mercedes Fontana encontró culpable a Delupi por publicaciones falsas, difamatorias y de gravísimo contenido personal en las que intentaba denostar Acotto, Biain y sus hijas, allá por 2014.
Lo condenó a pagar una suma que, actualizada, representa poco más de un millón de pesos.
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En un fallo de 84 páginas, la jueza Fontana enfatiza la manera en que amplificó sus injurias en los espacios que tenía en los SRT.
Delupi fue apartado del multimedio universitario en 2019 por acusaciones sobre violencia machista y acoso laboral.
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Las expresiones contra Acotto, conductora de Economix de El Doce, y Bian, director de Infonegocios, se originaron en publicaciones periodísticas que aludían a que la productora de Delupi recibía el doble de pauta publicitaria nacional que los medios de mayor audiencia.
Eran años del segundo gobierno de Cristina Fernández y Delupi, militante kirchnerista, fue uno de los principales aportantes en la campaña del Frente para la Victoria, que promocionaba la candidatura de Carolina Scotto.

Precedente redes
El fallo sienta precedentes respecto al uso de las redes sociales. Da por sentado que las expresiones en Twitter y Facebook deben ser consideradas con los mismos criterios que expresiones en otros soportes.
Así, analiza la cuestión de los límites de la libertad de expresión está limitado en la afectación de la intimidad y la vida privada de las personas.
“Ha transgredido el umbral de lo que puede considerarse un ejercicio legítimo del derecho de libertad de expresión violentando el derecho de la intimidad y la vida privada”, sostiene la sentencia, que cita a diferentes juristas.
Límites
Es más, sostiene que las cuestiones planteadas en redes por Delupi “aún cuando fueran ciertas, no tendrían razón de ser expuestos a la curiosidad malsana de terceros”.
Para la jueza está probado el daño que causó Delupi con sus publicaciones en redes del 5, 6 y 7 de septiembre de 2014 y afectaron a los periodistas agraviados.
“El derecho a la libertad de expresión no es absoluto y debe armonizarse con el de la integridad moral y honor de las personas”, remarca la jueza.
