En mayo de 2017, Claudia Muñoz fue asesinada de más de 30 puñaladas en su negocio, ubicado sobre calle San Martín al 2.000 en la localidad de Río Cuarto. Por el hecho, Sergio Medina fue el único detenido e imputado en la causa. A poco de cumplirse tres años del crimen, fue condenado por unanimidad, con jurado popular, a 15 años de cárcel tras ser acusado de homicidio simple.
La querella había solicitado perpetua. Sin embargo, le quitaron los agravantes por femicidio y ensañamiento. El fiscal de Cámara, Julio Rivero, aseguró en los alegatos que había carencia de pruebas y esto no le permitía pedir una condena. Por eso, solicitó la absolución.
Los indicios que llevaron a condenar a Medina fueron los testimonios de testigos: un vecino lo vio salir apurado minutos antes de que la víctima fuera a su negocio. Además, una cámara de seguridad lo vio pasar por la calle San Martín cerca del horario en que asesinaron a Claudia. También por sus contradicciones sobre la llamada que recibió de Liliana Muñoz (hermana de la víctima).
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El abogado de Sergio Medina, Carlos Hairabedián, cuestionó al jurado popular: “El jurado tomó una solución intermedia, terminó condenando pero quitó los agravantes, lo que garantiza al acusado que no va a tener una pena de por vida”.
Los familiares aseguraron que es inocente. Tras escuchar la sentencia, comenzaron a llorar y gritar asegurando que "era una locura". Por esta razón, convocaron a una marcha. El próximo 9 de marzo se concoerán los fundamentos del fallo. Video: