Pasaron dos años del macabro crimen de Ana Rosa Barrera (46) en la localidad de Los Cedros, en el Valle de Paravachasca. Después de varios días desaparecida, su cuerpo fue hallado descuartizado en un descampado. Su pareja, Marcelo Ferraretto (53) confesó el hecho.
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Este jueves el juicio llegó a su fin. La Cámara 11ª del Crimen, con jurado popular y por unanimidad, lo condenó a cadena perpetua tras encontrarlo culpable por homicidio doblemente calificado por el vínculo y violencia de género.
Familiares y allegados de la víctima del femicidio no pudieron evitar el llanto y revivir el dolor. Antes de conocer la sentencia, el asesino leyó una cita bíblica y expresó que "buscará el perdón de Dios y que no era él cuando la mató".
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Los seres queridos de Barrera, conformes con el veredicto, aseguraron que se hizo justicia y desean que las mujeres no callen más y denuncien cuando son maltratadas. Por su parte, el fiscal Diego Albornoz manifestó que "en 43 años de carrera nunca vio un crimen semejante".