Jaquelin “Cocó” Chanquía (32), Miguel “Lalo” Chavero (31) y Gustavo Pereyra López (48) fueron condenados a penas de entre tres y cuatro años de cárcel tras ser encontrados culpables de golpear, torturar y amenazar de muerte a dos adolescentes de 15 años en Santa Rosa de Calamuchita.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada del domingo 3 de noviembre de 2019. Los dos hombres policías confesaron lo ocurrido, mientras que la mujer negó todo y pidió ser absuelta. Sin embargo, los tres recibieron condenas y los cargos contra Chanquía fueron más graves.
Torturas a dos menores: qué pasó aquella noche
Lo ocurrido en aquel violento fin de semana llamó de inmediato la atención en Córdoba porque se solicitó la inmediata detención de los tres efectivos implicados. Las víctimas fueron dos amigos adolescentes que tenían 15 años.
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Las agresiones comenzaron cerca de la medianoche del sábado, cuando los menores fueron interceptados en la calle por un móvil policial que patrullaba la ciudad de Santa Rosa de Calamuchita.
Según constó en el expediente en base a la investigación de la fiscal Paula Bruera, allí Chanquía golpeó a uno de ellos. Además también Chavero y Pereyra López los redujeron a ambos y los amenazaron.
Tras lo ocurrido, uno de los jóvenes se fue a su casa, mientras que el otro se dirigió hacia un local bailable y luego a una lomitería. Cerca de las 4 de la mañana de aquel domingo tuvo lugar la peor parte.
Los policías sacaron al adolescente “de los pelos” y lo cargaron en el patrullero. La madre del menor, que fue quien formuló la denuncia, mostró que a las 4:30 su hijo le mandó un mensaje de WhatsApp contándole lo ocurrido y reveló que cuando los policías descubrieron que estaba usando el celular la situación se tornó aún más grave.
“Ma, me agarró la yuta. Me está por cagar a palo”, alcanzó a escribir el muchacho.
Acto seguido, los policías lo llevaron en el patrullero hasta el balneario conocido como Playa Soleada: allí se produjeron las torturas.
“Se lo llevaron al río, lo esposaron y lo tiraron al piso. Le pegaron patadas y uno de ellos le sumergió la cabeza en el agua. Le decía ‘A ver pendejo, ¿estás respirando?’, describió la madre en aquellos días a El Doce. Además, relató que luego llegó otro móvil policial con otro agente: “Se bajó y le dijo 'Vamos a hablar pibe, porque yo soy el más tranquilo de todos'. Le metió la traba en la pierna, lo tiró contra una piedra y le empezó a pegar”.
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Según pudo saber La Voz, en la investigación de la fiscal Bruera figura parte del diálogo que describe cómo fueron las torturas y las amenazas. “Tomándolo de los cabellos, lo traslada hacia la orilla del río, obligándolo a arrodillarse y le mete la cabeza abajo del agua por unos 15 o 20 segundos, repitiendo la acción una vez más, mientras le manifestaba: ‘¿Tenés sed? Ya vas a poder respirar. Dale, dale pendejo, ya te quedás sin aire’”.
Además, el adolescente torturado también contó que los policías le gatillaron al menos dos veces en la cabeza, pero que las balas no salieron.
Condenados
En un juicio realizado en los Tribunales de Río Tercero y con jurado popular, Jaquelin Chanquía fue condenada a cuatro años de prisión y ocho años de inhabilitación por “lesiones leves calificadas y coautora de privación ilegítima de la libertad agravada por la utilización de violencias en contra de un menor por parte de un funcionario policial y vejaciones agravadas”.
Mientras que Miguel Eduardo Chavero recibió la pena de tres años y siete meses de cárcel, más siete años de inhabilitación especial por “amenazas y coautor de privación ilegítima de la libertad agravada, en concurso ideal con lesiones leves calificadas”.
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Por último, Gustavo Ariel Pereyra López fue condenado a tres años y siete meses de prisión con años de inhabilitación por ser considerado “autor de amenazas y coautor de privación ilegítima de la libertad agravada por la utilización de violencias en contra de un menor y vejaciones agravadas”.
Los tres ya estaban detenidos, por lo que seguirán en la cárcel cumpliendo sus condenas.