La viruela del mono, que despertó preocupación global durante mayo, tiene su primer caso confirmado en Córdoba en el último día de junio. Este jueves, el Ministerio de Salud provincial confirmó el test positivo realizado a un hombre de 25 años.
El paciente volvió de México y comenzó con síntomas el 19 de junio, un día antes de tomar el vuelo hacia Argentina. Fiebre, dolor de cabeza y malestar en general encendieron las alarmas. Durante su viaje al país azteca estuvo en contacto con una persona que también contrajo la infección.
Ante ese panorama, el viajero realizó una consulta médica el 25 de junio y se notificó a la Municipalidad de Córdoba el 26. En el Hospital Rawson se tomaron las muestras y el Instituto Malbrán realizó el estudio.
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El hombre está aislado desde el 20 de junio y evoluciona con control domiciliario, según informó la Provincia. Además, aclararon que la investigación epidemiológica sigue en curso.
El caso es el sexto detectado en el país desde el pasado 27 de mayo. Cinco tenían antecedentes de viajes al exterior.
+ VIDEO: El director del hospital Rawson brindó detalles del caso:
Recomendaciones para la población
El Ministerio de Salud de la Nación brindó recomendaciones para prevenir contagios: toda persona que presente síntomas compatibles (en especial erupciones) y antecedentes de viaje a zonas donde está habiendo casos y/o supone alguna exposición de riesgo con casos sospechosos, probables o confirmados, deberá tomar medidas de aislamiento social (no concurrir a escuela, trabajo, eventos sociales, etc), implementar medidas de protección respiratoria (uso adecuado de barbijo, ambientes ventilados y distancia de las otras personas) y realizar la consulta con el sistema de salud de forma inmediata.
El contacto cercano con personas infectadas es el factor de riesgo más importante para la infección por el virus.
Se considera exposición a un caso si:
● Ha presentado exposición sin protección respiratoria (particularmente relevante para los trabajadores de la salud).
● Contacto físico directo, incluido el contacto sexual.
● Contacto con materiales contaminados como ropa o ropa de cama.
Si una persona ha tenido contacto de riesgo con un caso sospechoso o confirmado de viruela símica en el período infeccioso -comprendido entre el inicio de síntomas del caso hasta que hayan caído todas las costras de las lesiones cutáneas deberá guardar los siguientes cuidados:
● Control su temperatura dos veces al día.
● Mientras permanezca asintomática, puede continuar con las actividades diarias de rutina, pero debe permanecer cerca de su casa mientras dure la vigilancia.
● Se realizará seguimiento clínico-sanitario estricto durante 21 días desde el último contacto con el caso
● Si la persona desarrolla erupción, deberá ser aislada y evaluarse como caso sospechoso, además se debe recolectar una muestra para análisis de laboratorio para detectar viruela símica.
● No debe donar sangre, células, tejidos, órganos, leche materna o semen mientras estén bajo vigilancia de síntomas.
● En caso de niños en edad preescolar se recomienda evitar que acudan a guarderías u otros entornos grupales.
Sobre la viruela símica o de mono
Es una infección que puede transmitirse de animales a personas (zoonosis), y de una persona a otra. Esta afección es causada por el virus de la viruela del simio, que pertenece a la familia de los ortopoxvirus.
Respecto a la transmisión de animales a personas, las vías a considerar son el contacto directo con la sangre, los líquidos corporales, las lesiones de la piel, o las mucosas de animales infectados (manipulación de monos, ratas de Gambia o ardillas infectadas).
En tanto, la infección puede pasar de una persona a otra por contacto cercano con secreciones de las vías respiratorias, o lesiones en la piel de quien cursa la infección o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del/la paciente o materiales de la lesión. Cabe destacar que, debido al contacto íntimo con lesiones cutáneas infecciosas, el contacto sexual constituye un modo probable de transmisión. Asimismo, puede ocurrir por inoculación o a través de la placenta (viruela símica congénita).
El periodo de incubación generalmente es de 6 a 16 días, pero puede variar entre 5 y 21 días.
En cuanto a los síntomas, durante el periodo de invasión (hasta el día 5), puede presentarse fiebre, dolor de cabeza intenso, aumento en el tamaño de los ganglios, dolor muscular y cansancio.
Entre uno o tres días luego del inicio de la fiebre, aparacen distintas fases del exantema –(erupciones en la piel). Se trata de lesiones vesiculares (pequeñas ampollas) que evolucionan a pústulas (lesiones con pus), características de esta enfermedad. Generalmente se presentan primero en la cara y luego se extiende al resto del cuerpo. Las zonas más afectadas son el rostro, las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Ante la presencia de síntomas, especialmente si existen antecedentes de viaje a zonas de casos o endémica, o si se ha tenido contacto estrecho con una persona que contrajo el virus, se indica aislamiento, utilizar barbijo y realizar una consulta médica.
Estos signos pueden durar de 14 a 21 días, y la enfermedad suele auto limitarse. Los grupos más vulnerables son niños y niñas, de acuerdo al grado de exposición al virus, al estado de salud y al tipo de complicaciones que puedan aparecer.
En su prevención es clave reducir el riesgo de transmisión de los animales a las personas en regiones endémicas y de persona a persona. Para ello, es necesario evitar el contacto físico estrecho con quienes hayan contraído el virus, sostener una adecuada higiene de manos y el aislamiento de los y las pacientes.