Mariela Natalí (44) fue hallada muerta el pasado martes en Capilla del Monte después de 15 días de una búsqueda incansable. Su cuerpo apareció boca abajo en el arroyo Negro Quemado a unos 200 metros del sendero principal del Dique Los Alazanes.
La autopsia determinó que la turista santafesina murió a causa de una asfixia por sumersión. Los investigadores descartaron golpes y signos de violencia, es decir, que haya sido atacada por un tercero. Por esta razón, se mantiene firma la hipótesis de que se haya extraviado o sufrido un accidente y murió por falta de alimento (inanición).
Sin embargo, al fiscal Raúl Ramírez le preocupan las complicaciones que surgieron en torno a la investigación. La temperatura del agua del arroyo era de 12 grados. Esto ayudó a que el cuerpo sumergido se conservara. Por eso, el estado de descomposición es un verdadero enigma: los forenses no pueden determinar cuánto tiempo estuvo con vida.
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Ante estas circunstancias, Ramírez ordenó trazar un estudio paralelo con la colaboración de los profesionales del Conicet, quienes realizarán un estudio especial de las larvas cadavéricas para precisar la data de la muerte de Mariela Natalí.
Además, ya están analizando el teléfono de la víctima para conocer si intentó solicitar ayuda y cuándo fue la úlima vez que lo usó hasta quedarse sin batería. Según se conoció, el aparato estaba mojado debido a las lluvias que se registraron durante esos días.