La Justicia de Córdoba consideró como autor de “lesiones gravísimas” al joven que contagió a su pareja de VIH. Si bien no pudo comprobarse que supiera con certeza que portaba la enfermedad y podía contagiarla, el condenado tenía “seria sospecha de padecerla” y no le advirtió a la damnificada.
D.N.B., de 23 años, fue condenado a la pena de tres años y seis meses de prisión por hallarlo culpable de haber perjudicado la salud de su pareja al contagiarla de VIH, incluso pese a no conocer fehacientemente que padecía la enfermedad.
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En los fundamentos de la sentencia de la Sala Unipersonal n.° 1 de la Cámara en lo Criminal y Correccional de 6° Nominación señalan que “quedó suficientemente demostrado que el acusado contagió de VIH a su pareja, al mantener relaciones sexuales con ella sin protección, sin tratar su enfermedad, sin hacerle conocer sus serias sospechas de padecerla”.
“Se entendió que solo podía atribuírsele la seria sospecha de padecerla, más allá de sus propias referencias a terceros en ese sentido. Ello, ante las noticias sobre análisis positivos de personas con las que él había mantenido relaciones sexuales sin protección con anterioridad”, agregan.
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Pero, además, fue condenado por lesionar a su pareja al intentar ahorcarla durante una discusión “para desacreditar la información que terceros buscaban hacer llegar a la víctima, para advertirla sobre esos riesgos de contagio”.