Comenzó la época estival y con ella las enfermedades zoonóticas virales. Córdoba quedó bajo alerta por las sospechas de presencia de encefalomielitis equinas. Se trata de un virus que tiene al mosquito como vector y provoca trastornos neurológicos en caballos y puede llegar a humanos.
Desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmaron que recibieron “notificaciones de sospechas de equinos con sintomatología nerviosa y mortandades en las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, así como también en Uruguay”. Aunque desde Senasa Córdoba aclararon que se han tomado muestras, pero no están los resultados: "Aún sin confirmados positivos".
En medio de este contexto, el médico veterinario Ángel Trioni y docente de la Universidad Católica de Córdoba explicó a ElDoce.tv que este peligroso virus tiene como vector a varios géneros de mosquitos como Aedes, Culex y Psorophora.
Serían aves migratorias las que trajeron el virus y actúan como portadoras. Se lo transmiten al mosquito y estos, al embeberse del virus, pican a los caballos y le introducen la enfermedad. Lo mismo sucede con los humanos.
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El médico veterinario (MP. 098 del Colegio Médico Veterinario de la Provincia de Córdoba) afirmó que “la única solución es la vacunación preventiva”. Sin embargo, aclaró que la producción en laboratorios se ha discontinuado mucho antes de la pandemia debido a que Senasa determinó que “dejó de ser obligatoria teniendo en cuenta que ya no había circulación de virus”.
“Por eso este brote resulta sumamente importante no solo por los problemas que puede traer en los animales si no también en el ser humano”, advirtió Trioni. En ese sentido, detalló que el sistema nervioso es el principal afectado.
Sobre la decisión de Senasa, cree que no fue un error dejar de vacunar porque “se demostró que aparentemente no había circulación y no se justificaba la aplicación”. Pero este tipo de situaciones que se detectaron en la región hace que los “agarre de pie y manos” a quienes tienen equinos porque los laboratorios no disponen de vacunas para hacerle frente.
De todas formas, como el período de incubación es de 5 a 14 días, la aplicación de la vacuna lleva un tiempo para que el animal tenga inmunidad.
Síntomas
Ángel Trioni señaló que los signos clínicos que puede presentar el caballo al contraer el virus son: hipertermia (aumento de la temperatura corporal), depresión, deambulación (camina sin encontrar dónde detenerse), trastornos ambulatorios (ataxia) y muchas veces tienden a apoyar la cabeza en postes o árboles para minimizar el dolor que les provoca la inflamación en el encéfalo.
Además, lamentó que el tratamiento “suele resultar inefectivo" porque se detecta el malestar del caballo cuando la enfermedad presenta un estado avanzado y el “deterioro en el sistema nervioso deja secuelas”.
“En caso de que pudieran zafar de la situación grave de la acción del virus quedan con trastornos como debilidades en el tren posterior, convulsiones, y si son del ámbito deportivo o trabajo dejan de ser útiles y se convierten en un riesgo”, apuntó. Por eso, Trioni insistió en que el problema grave es que no hay vacunas.
Pedido de Senasa
El organismo propuso la intervención en los ámbitos deportivos con el objetivo de que los caballos no se movilicen. Esto significa que la inmovilidad es para entrada y salida de lugares de residencia, ya que la actividad interna sigue, como por ejemplo, en los hipódromos.
“Se prohíben los movimientos de egreso de equinos desde las provincias afectadas, en las que se ha diagnosticado la enfermedad, al resto del país”, estableció Senasa en la resolución publicada en el Boletín Oficial y que alcanza a toda Argentina.
Sin embargo, dispuso excepciones: “Equinos con destino faena directa. Se exceptúa a los movimientos de equinos con destino directo a frigoríficos”.
A su vez, ordenó a los organizadores de eventos de concentración de equinos que exijan antes del ingreso de un animal que “cuente con una vacunación vigente para encefalomielitis equina del este y del oeste aplicada al menos 15 días antes del movimiento”.
Cómo prevenir sin vacunas
El médico veterinario consultado por ElDoce.tv indicó que en Córdoba se están realizando controles exhaustivos para evitar un brote.
Entre las medidas de prevención, aquellos lugares con caballos utilizan citronela para minimizar la carga de mosquitos y provocar el rechazo de acercamiento. También colocan repelentes sobre los animales y queman la materia fecal ya que el humo espanta los insectos.
Por otro lado, aguardan que desde la Municipalidad de Córdoba inicien con la desinfección en las zonas donde hay predios con equinos.